Lo llaman Wireless Illuminated Super Tiny Keyboard desde la página web de Brando (donde lo venden). Traducido al román paladino, se trata de un teclado delgado, retroiluminado e inalámbrico.

En la descripción “olvidan” añadir lo de pequeño y con teclitas diminutas. Y es que, el chisme es todavía más reducido que el teclado que llevan los famosos netbooks. Es lógico que se “olviden”, porque eso de ser pequeño tiene sus pros y sus contras. Es verdad que al ser pequeño es muy portátil, pero también puede resultar muy incómodo de usar para personas con dedos de tamaño normal.

En sus apenas 170 x 81 x 15 milímetros se agolpan sus 56 teclas. Tiene todos los números y letras (a excepción de la “ñ”), así como una barra espaciadora muy comprimida, los principales signos de puntuación y la tecla de Windows. Sin embargo, se ve que no había espacio suficiente para colocar el cursor, lo que será un importunio considerable cuando trabajemos con ciertas aplicaciones.

El receptor inalámbrico USB permitirá usar el teclado a una distancia máxima de diez metros, sin necesidad de cables que se interpongan en su camino. Además, puedes activar la retroiluminación cuando lo utilices en una habitación con poca luz. Lógicamente el efecto no será tan estético como si se tratase de un modelo más avanzado, pero puede resultar útil en más de una ocasión.

Pesa muy poco, sólo 180 gramos y se conecta al ordenador or USB. Lo que no se aclara es cuánto pueden durar las dos pilas AAA que necesita para funcionar. Tendrás que comprobarlo tú mismo si decides comprarlo en Brando. Su precio es de 47 dólares (33 euros, al cambio actual).