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Asaltan el mercado las videocámaras en tamaño mini, pero con una nitidez propia de las más grandes. Como ejemplo podemos tomar esta Toshiba Camileo S10. Es incluso más pequeña que las Camileo H20 y P30 del mismo fabricante: cabe en la palma de la mano y apenas tiene once milímetros de grosor. A lo largo y alto es escasamente más grande que una tarjeta de crédito.

La parte positiva es que su cuerpo compacto no reduce su calidad de imagen. Al contrario. Se trata de una videocámara de alta definición con resolución equivalente a Full HD ó 1080p (1.920 x 1.080 píxeles con escaneado progresivo) valiéndose del códec H.264 HD. Por eso dispone de una salida específica HDMI, para conectarla directamente al televisor. Hasta puede tomar fotografías estáticas de cinco megapíxeles de resolución.

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Claro está que no posee una lente muy avanzada, aunque suficiente para cumplir su cometido y con un zoom de cuatro aumentos. Las grabaciones se almacenan en su memoria interna de sólo 128 megabytes. Pero dada la gran resolución de las imágenes, lo práctico y recomendable será acudir a tarjetas de memoria tipo SDHC con una capacidad máxima de 32 gigabytes.

Y para supervisar el rodaje posee una pequeña pantalla LCD. Sus dimensiones de sólo 2,5 pulgadas la hacen algo más reducida de lo aconsejable. Sin embargo, precisamente debido a sus medidas y a su brazo de posicionamento giratorio, la videocámara puede mantener su diseño extremadamente compacto. Como ajustado es también su precio, pues la Toshiba Camileo S10 se puede adquirir desde ya por unas 130 libras esterlinas (142 euros). Muy económica para lo que ofrece.

Vía: Techradar