Lo mejor de la familia Individual de televisores de Loewe, además de la capacidad de configurar pieza a pieza cada una de las pantallas, es que es muy amplia. Por eso tiene diagonales incluso por debajo de las 32 pulgadas. El hermano pequeño de la familia es este televisor de 26 pulgadas. Es una propuesta interesante para pequeños espacios, con derecho a contar con un modelo elegante.

El Loewe Individual 26 Selection tiene casi las mismas capacidades que las pantallas de mayor tamaño de la familia, con excepción de la resolución de pantalla. 26 pulgadas es poca diagonal para el FullHD. Por eso la pantalla es HD-Ready, y tiene una resolución de 1366 x 768 puntos. En los demás aspectos de diseño es un miembro más de la familia. Está disponible con carcasas de distintos colores, y todavía se puede personalizar más cambiando la marquetería de los laterales. También hay un buen puñado de posibilidades de colocación tanto en pies de sobremesa como en soportes de suelo y de pared.

La imagen de la pantalla es de alta calidad, porque no se ha escatimado nada en la electrónica. Tiene control digital de líneas, filtros especiales para imágenes interpoladas, otros que detectan las formas en las imágenes en movimiento y las perfilan y mejoran. El Individual 26 Selection ofrece un contraste de 1200:1 y una luminosidad de 500 candelas por metro cuadrado. La pantalla es capaz de reescalar al alza las imágenes de menor calidad, pero también puede bajarlas de definición, cuando vienen en FullHD. Curiosamente, el sonido es muy interesante. Es estéreo, originado mediante altavoces cerrados de dos vías y con una potencia final de 40 vatios. El sonido incorpora sistema CRX, que aporta presencia, volumen, y linealidad.

Tampoco escatima en conectividad. Tiene entrada HDMI, otra VGA, auriculares, entrada y salida digital de audio, entrada de vídeo por componentes euroconectores… No se le va a resistir ningún aparato de la casa, y quien tenga ganas, lo puede utilizar como televisor, pero también como un monitor de lujo para un ordenador. Podrá conectarlo tanto si dispone de una tarjeta gráfica digital como si la que tiene es analógica. La reproducción del color, de los negros y los matices es tan buena en las películas como en los videojuegos. De serie viene con un sintonizador para la televisión digital terrestre. El precio básico son 2.000 euros. A partir de ahí, se pueden ir añadiendo diversos componentes como paneles laterales, 1 kit de audio multicanal digital, otro de satélite, etc.