Después de horas y horas de deliberaciones, todavía seguimos buscando una buena razón para zambullirse en el agua con un disco duro. Porque, en efecto, este A-DATA SH93 es un disco portátil súperresistente que puedes sumergir a un metro de profundidad durante 30 minutos. Al menos si eres un despistadillo tienes la tranquilidad de que tus datos estarán a salvo, en caso de que olvides sacarlo del bolsillo del pantalón antes de lanzarte a la piscina. O si eres algo patoso y se te resbala dentro de la taza del váter.
Su carcasa no sólo soporta el vertido de líquidos. También es extremadamente sólida, para proteger el dispositivo de posibles golpes. Hasta el punto de que consigue superar el test MIL-STD-810F. Para aquellos lectores que no sean marines del ejército, se trata de una serie de pruebas de origen militar que determinan la resistencia a las caídas. En cambio, no ofrece ningún tipo de protección para su acabado en estrambóticos tonos amarillo y rojo, pese a que pueden suponer una amenaza en las pupilas más sensibles.
Existen varias versiones en función de su almacenamiento total: 250, 320, 500 ó 640 gigabytes de capacidad. El cable USB, que necesita para conectarlo al ordenador, se puede fijar alrededor de su contorno para facilitar su transporte.
Según su fabricante, y aunque casi suene a broma, el A-DATA SH93 es apropiado tanto para estudiantes como para guerreros de la carretera. Menuda forma de juntar a empollones y pandilleros de la película Mad Max en una sola frase. Todavía no se ha anunciado su precio o disponibilidad, pero tal y como nosotros lo vemos se trata de un accesorio más apropiado para el trabajo de campo, en combinación con portátiles profesionales reforzados.
Vía: SlashGear
