No puede faltar una fuente de alta fidelidad dentro de esa colección de equipos exquisitos con que el fabricante Denon va a celebrar su primer centenario. El DCD-A100 es un equipo estupendo, construido según los mejores cánones de la casa. La estructura es muy sólida, preparada para alejar las vibraciones del mecanismo de lectura.
Como ocurre con los demás aparatos de esa colección especial, tiene pies de hierro fundido que ayudan a evitar que se trasmitan vibraciones de la sala al aparato. Es el equipo ideal para muchos audiófilos desde el momento en que reproduce discos CD y SACD. De todas formas, el acabado en negro con un lacado parecido al de los pianos, ya avisa de que se trata de un equipo con un sonido excepcional.
La electrónica reúne los mejores circuitos de mejora de sonido de la casa, entre los que destaca el procesamiento de la señal Advanced AL32, aunque no son ajenos a la especial calidad de sonido los convertidores de digital a analógico de 32 bits que puede leer hasta un muestreo de 192 kHz. Sólo así se garantiza la fidelidad a la fuente de sonido original.
De todas formas, hay una concesión necesaria a los nuevos tiempos y los nuevos formatos de sonido. Viene bajo la forma de un puerto USB, colocado discretamente en el frontal del aparato, y que sirve para conectar un reproductor iPod o de otro tipo, e incluso llaves de memoria cargadas con música. Cuando estas señales de sonido comprimido pasan a través del circuito de restauración de frecuencias, recuperan buena parte de la calidad perdida.
