pared - 1

Hay muchos usuarios que se conforman con colocar su flamante televisor lcd o de plasma sobre un mueble, aunque no es el sitio ideal porque no siempre va a ser posible controlar la altura de la pantalla con respecto a los ojos del televidente. Por eso, los más exigentes suelen decantarse por un montaje que permita colgar el televisor de la pared. No todas las paredes ofrecen resistencia suficiente como para soportar un peso que en muchas ocasiones va a superar con creces los 20 kilos. En el caso de las pantallas de plasma puede llegar a los 50 incluso.

Un soporte de pared va a permitir sujetar la pantalla a la pared, pero hay muchos tipos, desde los que la fijan como un cuadro hasta los que permiten orientarla en diversas direcciones. Cuantas más opciones tenga en soporte, más caro va a resultar. Desde este boletín recomendamos no comprar un soporte de pared genérico a la vez que el televisor, porque al llegar a casa el comprador puede llevarse la sorpresa de que sea uno de esos modelos que requieren de un soporte de pared especial, y que el genérico no valga o haya que comprar un carísimo adaptador. Para saber qué tipos de soportes acepta una determinada pantalla, hay que echarle un buen vistazo al manual.

pared - 2

Quienes tengan prisa e insistan en hacer ambas compras a la vez, tendrán que bajarse el manual de la pantalla elegida de Internet, y averiguar qué tipo de soporte tienen que comprar. Éste tipo de preparación no será necesaria si hacen ambas compras en un comercio de confianza con empleados que conozcan bien su trabajo, pero por desgracia son una especie en extinción. Por cierto, hay que tener en cuenta el estándar VESA, que garantiza la compatibilidad entre televisores y montajes siempre que se respeten las reglas de tamaño. Una pantalla VESA se ajustará siempre sin problemas con un montaje VESA.

Elegir el tamaño adecuado

No es lo mismo colgar de la pared una pequeña pantalla de 22 pulgadas, que un gigante de 60. De igual manera, no es lo mismo colgar una pantalla lcd led de 50 pulgadas, que su equivalente en plasma, que pesa mucho más. Cada tipo de pantalla requiere de un soporte específico, y además hay que tener en cuenta el tamaño. Los soportes se venden por rangos. Si se compra un soporte de menor tamaño del recomendado para una determinada pantalla, puede ocurrir que no coincidan los agujeros de los tornillos para fijar en la trasera del televisor, y que en el peor de los casos no aguante el peso.

pared - 3

Los usuarios van a encontrar dos grandes categorías de montajes de pared. En la primera recaen aquellos modelos que incluyen un brazo de soporte que permite retirar una cierta distancia el televisor de la pared, de manera que se oriente en diversas direcciones. La otra categoría está constituida por montajes que sujetan estrechamente la pantalla a la pared permitiéndole una mínima orientación tanto en vertical como en horizontal.

Tipos de soporte

Vamos a encontrar diversos tipos de soportes, en función de los mecanismos que empleen para colocar y ajustar el ángulo de la pantalla, y de los movimientos que le permitan hacer. En primer lugar están los soportes sencillos o de bajo perfil. Son los más baratos y consisten en un marco de metal que se coloca entre el televisor y la pared, y lo sujeta como si fuera un cuadro. A continuación vienen los soportes que permiten un movimiento vertical o de cabeceo de la pantalla. Permiten un movimiento con respecto a la vertical de entre 5 y 15 grados con mecanismos de sujeción que permiten bloquear el televisor una vez que se ha alcanzado el ángulo de visión deseado.Se emplean sobre todo en grandes espacios donde la pantalla debe de estar por encima de la cabeza de los espectadores.

pared - 4

Hay un tercer tipo de soportes que permiten la inclinación de la pantalla en horizontal y en vertical. Estos soportes articulados permiten girar la pantalla en horizontal hasta 180° y en algunos casos en vertical hasta 25º. En ocasiones es preciso colgar la pantalla del techo, y esto es posible gracias a soportes especiales. Son algo más complejos de instalar porque hay que encontrar una zona sólida en el techo, y a veces requieren ayuda profesional. Deben emplearse sólo en aquellas ocasiones en las que se desea colocar la pantalla alejada de las paredes pero evitando el uso de muebles.

Hay un último tipo para colocar pantallas de pequeño tamaño en las cocinas. Son los montajes bajo mueble que permiten esconder la pantalla plana debajo de un mueble, y desplegarlas mediante un giro de 90° en vertical. Por fin, algunos fabricantes de prestigio preocupados por el diseño, por ejemplo Loewe, empleando soportes verticales de barra, que van del techo al suelo, y permiten el giro horizontal de la pantalla mediante un motor.

pared - 5

Instalación

La instalación de un soporte de pared para una pantalla delgada es relativamente sencilla, y si se siguen cuidadosamente las instrucciones, no va a hacer falta ayuda profesional, al menos con la mayoría de los modelos. Lo primero que hay que hacer es buscar el lugar adecuado donde colocar la pantalla, de manera que no haya objetos tapando parte de la visual, y que la cabeza de los espectadores caiga más o menos en el centro de la pantalla, o en todo caso en el tercio superior de la mitad inferior. El centro del soporte suele coincidir con el centro de la pantalla, lo que va a facilitar los cálculos.

La pared debe ser sólida, de ladrillo, cemento u hormigón, y con recubrimiento de buena calidad. También valen las paredes de troncos de las casas de madera. Si el televisor es grande, hay que evitar la colocación sobre paneles de tabiquería seca tipo Pladur, porque no van a soportar la carga. A continuación se hacen los agujeros en los lugares pertinentes, muchos soportes incorporan una plantilla de papel o cartulina para marcar los agujeros. Tras terminar con el taladro, se colocan tacos resistentes que variarán en función del tipo de pared, y por fin se atornillada la base del soporte a la pared. Según el modelo elegido, se sujetará directamente el televisor con tornillos al brazo de montaje, o se le atornilla una estructura que posteriormente se deslizara sobre un carril del soporte hasta dejarlo fijo. Por fin, hay que cablear la pantalla, agrupar los cables, y a ser posible esconderlos con una regleta de plástico.