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Ha bastado apenas un año para que LG perfeccione una nueva tecnología de imagen que le va a permitir crear televisores más elegantes, más delgados, pero con mejor imagen. Se trata de los nuevos LED “nano”. Se parecen a los que se están empleando ahora en las pantallas más caras, pero de menor tamaño, y con mejor rendimiento. De hecho, el fabricante ya nos estaba empleando en algunas de sus pantallas mas caras como las LEX8 y LEX9.

Los nuevos televisores LW9500 y LW7700, que estarán disponibles con diagonales de 47, 55 y 60 pulgadas, acaban de ver la luz en una presentación previa al CES que la coreana ha hecho para los medios en su país. Son pantallas que actualizan modelos de la temporada 2010 como el LX9500. La diferencia entre ambas familias es mínima, ya que ambos utilizan nanoleds, y sobre todo se reflejan en la velocidad de refresco del panel. Mientras que los 7700 tienen refresco de 200 Hz, los 9500 eleva la tasa hasta los 400 Hz. Ambas familias son compatibles con imágenes 3D Y pueden convertir imágenes 2D a 3D.

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Los led nano son mucho más pequeños de lo habitual, con lo cual se facilita la construcción de sistemas de retroiluminación completa. Hasta ahora los leds se utilizan situados sólo en los bordes de la pantalla, y desde allí se difunde la luz mediante unas máscaras ddifusoras especiales. La tecnología led nano permite crear hojas completas cubiertas con diminutos led, de manera que ya no es preciso colocarlos sólo en el borde.  La tecnología de iluminación nano además facilita el control local de la atenuación.

Dicho de otra manera, lo que está buscando el fabricante coreano es poder encender y apagar determinadas zonas específicas de la pantalla. De hecho, lo que quiere es reducir la superficie de dichas zonas, con respecto a otros fabricantes que utilizan led de mucho mayor tamaño. Con el control local preciso los negros no son sólo mucho mejores. Además son locales, mejora la definición y la gradación de las sombras. Además, se complementan con una máscara que lleva impresa una trama muy fina, tan fina como los píxeles de la pantalla. El resultado es el control del píxel individualizado.

Vía: Electronista