El Blusens H305C puede ser un solvente televisor para colocar en el cuarto de estar, o en un dormitorio de pequeño tamaño, pero también puede hacer perfectamente las funciones de monitor de ordenador. Tiene una pantalla de 26 pulgadas a todo color, con una resolución de 1366 × 768 puntos. Puede mostrar imágenes con alta calidad, con buenos negros, y con un contraste dinámico de 80.000:1.
Tanta calidad imagen se debe al empleo de un buen panel LCD, pero también al uso de retroiluminación led colocada en los bordes de la pantalla, y que permite el apagado total con lo que el negro es absoluto. Incorpora un sintonizador de televisión digital terrestre capaz de lidiar con canales en definición normal pero también con canales en alta definición. Está adaptado a las últimas tecnologías, y difícilmente se va a quedar anticuado.
Como empieza a ser habitual en todo tipo de pantallas, incorpora puerto USB con capacidades de grabación de televisión tanto en definición normal como en alta definición. El puerto USB también puede reproducir fotos, música y vídeos, incluso en formatos tales como MKV o H.264. Si se dejara conectada una llave de memoria en el puerto USB, puede hacer también funciones de TimeShift, esto es, interrumpir el visionado durante unos minutos para retomarlo en el punto exacto donde se dejó.
La conectividad es buena. Tiene tres entradas HDMI, una entrada de video por componentes, otra de video compuesto con euroconector, entrada para ordenador analógica la correspondiente clavija de audio, salida de audio digital coaxial, y otra para auriculares. Puede ser el centro de un sistema de cine doméstico, incluso de los más completos. Y todo esto por 280 euros.
