No hay por dónde cogerlo. Este reproductor musical de bolsillo de Sandisk bien podría llevarse el premio a la idea más absurda presentada en el CES 2009. Y eso que en principio no parece descabellado que este Sansa SlotRadio use tarjetas microSD para almacenar las canciones, en lugar de tener memoria interna. Pero eso de tener que comprar las canciones a ciegas no cuela ni con colador.

Y es que la intención de Sandisk es vender la música en las citadas tarjetas de memoria. Pero aquí viene lo gracioso. Cuando compramos una, no tenemos ni la más remota idea de lo que contiene. Es decir, nos gastamos 40 dólares (30 euros) en una de estas tarjetitas, cada una de ellas con 1.000 canciones incluidas. Pero no nos dicen qué canciones son. Sólo nos indican a qué genero musical pertenece. Es lo que se dice gastar dinero sin saber qué estamos comprando. Y no acaba ahí el esperpento.

Resulta que las tarjetas son únicas e intransferibles. No podemos usar una que haya usado un amigo en su reproductor. No podemos cargar o reproducir canciones que hayamos guardado en una tarjeta microSD comprada aparte. No podemos ni siquiera transferir al ordenador los temas musicales incluidos en las tarjetas que venderá Sandisk. Vamos, nada de nada. La inagotable obsesión por vender la música en plástico, sea como sea.

La pantalla OLED de 1,5 pulgadas y el sintonizador de radio es de lo poco que se salva de este invento, lo cual no dice mucho de él. Como premio de consolación, las canciones al azar que encontraremos han sido elegidas a mano de las listas de popularidad de Billboard. Si entre esos éxitos se cuelan canciones que no nos agradan, no nos quedará más remedio que aguantarnos. No digamos ya si se da el caso de que nuestro estilo favorito no está representado entre esos limitados siete géneros disponibles. O si, sencillamente, nos gusta algo más que lo que venden las radiofórmulas.

No obstante, parece que el perfil del usuario de este Sansa Slot Radio es el que no quiere complicaciones. Escuchar canciones conocidas, como el hilo musical del dentista o el supermercado. Si lo que se pretende es impulsar el consumo de música, a lo mejor sería más efectivo centrarse en los clientes que verdaderamente les interesa en lugar de incentivar a los “pasotas”. O que al menos nos dejasen meter nuestra propia música. O copiar las canciones que nos venden. Si iTunes (el mayor vendedor de música en Estados Unidos) comienza a vender música sin protección será por algo, ¿no?

De momento no llegará a Europa, sino que se lanzará en Estados Unidos durante los primeros compases de este 2009. Con los 100 dólares (75 euros) que cuesta este reproductor Sansa SlotRadio regalan una tarjeta genérica con 1.000 canciones de estilos variados. Por nuestra parte, invitamos a Sandisk a que siga con sus pendrives de seguridad, que se les da bastante mejor.

Vía: Anything but iPod