Canon acaba de ampliar su gama Selphy de impresoras fotográficas con dos nuevos modelos: la Canon Selphy CP780 y la CP790. Ambos son equipos destinados a imprimir fotografías en los formatos clásicos de 10×15 o 15×20, así como pequeñas pegatinas o fotos tamaño carné.

Las dos nuevas Selphy hacen hincapié en la conectividad y en poder imprimir sin la mediación de un PC gracias a sus pantallas LCD color y a extras como el puerto para tarjetas de memoria o la conexión bluetooth. También incorporan detalles un tanto extraños en una impresora, como la posibilidad de adquirir baterías opcionales para imprimir sin depender de un enchufe. ¿Quién no ha subido al monte alguna vez y ha tenido la imperiosa necesidad de imprimir una foto? Estos detalles pueden salvar vidas, amigos.


El modelo más avanzado de los dos es la Canon Selphy CP790. Lo primero que llama la atención es su presentación. La impresora, de forma ovalada, se inserta en una especie de balde de plástico con asa al que sólo le falta la fregona y que permite llevarnos la impresora y algún accesorio de un lado para otro.

La Selphy CP790 es capaz de sacar copias a un tamaño máximo de 15×20. El equipo dispone de conexión directa USB para cámara de fotos, un puerto para tarjetas de memoria que incluye Compact Flash, Memory Stick en todas sus variedades, Microdrive, miniSD, MMC y sus variantes, y XD-Picture Card. La impresora también ofrece conexión bluetooth para transferir imágenes directamente desde, por ejemplo, un móvil.


La Selphy CP790 cuenta con una pantalla de 3 pulgadas en la que visualizar las fotos y aplicar algunos efectos y recortes sencillos antes de imprimir. También da la opción de autoajustar los valores de color y contraste para intentar mejorar la calidad de la foto, algo que no siempre se consigue. Los controles de la impresora consisten en una rueda de desplazamiento para navegar por las opciones y varios botones de menú.

La hermana menor de la CP790 es la Selphy CP780. El diseño de esta segunda impresora es más sencillo y no cuenta con cubo de plástico para transporte. La CP780 está disponible en colores rosa fucsia, verde o blanco y también tiene una pantalla algo menor (2,5 pulgadas). Los controles son más sencillos y sólo es capaz de imprimir fotos a 10×15 o menor. En este modelo, la impresión mediante buetooth es opcional y hay que comprar un módulo aparte.


Ambas impresoras consumen cartuchos y papel fotográfico que vienen en paquetes conjuntos de 36 hojas más la tinta. Cada paquete ronda los 16 euros, lo que, haciendo un sencillo cálculo, arroja un coste de 44 céntimos por foto. Teniendo en cuenta que el revelado digital online tiene ofertas de hasta 100 fotos por sólo 7 euros, el uso de estas impresoras no sale muy rentable y queda reservado a ocasiones especiales o trabajos muy específicos que requieren formatos raros o inmediatez en el resultado.