Las memorias USB IronKey S200 presumen de ser las más seguras del mundo. Diseñadas en origen con fines militares, han pasado las rigurosas pruebas de seguridad de nivel 3 de la normativa FIPS 140-2, un estándar de seguridad para equipos electrónicos que extiende precisamente el gobierno de los Estados Unidos para la acreditación de módulos criptográficos. Esto puede no decir nada, pero teniendo en cuenta lo riguroso del certificado, basta con saber que el máximo nivel que se puede obtener es un 4.
Un rígido chasis de aluminio a prueba de manipulaciones indebidas e inmersión protege los componentes críticos del pendrive. De hecho, todo el interior de la llave está rellenado con una resina que hace completamente imposible abrirla y extraer los chips sin destruirlos en el proceso. Además de la protección física, las IronKey incorporan un sistema de encriptación por hardware AES de 256 bits con defensas activas contra software malicioso y restricciones de uso en ordenadores no autorizados.
Por si esto fuera poco, es posible controlar una flota de dispositivos de forma centralizada. Hasta el punto de poder ordenar su destrucción de forma remota. Digno de una película de James Bond y, sobre todo, ideal para todos aquellos obsesionados con la seguridad de la información.
A pesar de que la orientación del producto va hacia empresas muy concretas, hasta el más común de los mortales puede hacerse con uno. Gracias al programa Ironkey Personal, se pueden adquirir memorias USB con diferentes capacidades de 1 , 2 , 4 y 8 GB. Todas ellas a unos precios de 80, 100, 150 y 200 dólares (57, 72, 107 y 143 euros) respectivamente. En un futuro estarán igualmente disponibles unidades de 16 GB de capacidad, aunque aún se desconoce el precio de venta.
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