Leica saca a la calle una versión de coleccionista de su compacta digital D-Lux 4, acabada en color verde oliva. Sólo 6000 afortunados de todo el mundo podrán hacerse con uno de estos ejemplares, siempre que pasen por caja y desembolsen 900 €. Durante muchos años, las cámaras del sello rojo han acompañado a profesionales y aficionados, y son una segura inversión ya que, en pocos meses, pueden llegar a duplicar su precio.

Esta edición especial está acabada en el mismo color que en su día la Leica M 8.2 Safari. Y no se trata de un simple acabado cosmético. Es un recubrimiento resistente al uso, y que a largo plazo garantiza una protección especial del cuerpo metálico, y que es ideal para fotografía de naturaleza y uso en exteriores La cámara sale a la venta en un kit con estuche a juego donde hay espacio para la cámara y para accesorios opcionales.

La Leica D-Lux 4 muestra por qué hay cientos de miles de aficionados en todo el mundo dispuestos a comprar cada nuevo modelo, aunque en este caso, a la óptica refinada se le añade una amplia gama de accesorios. Entre ellos, destaca un visor óptico con encuadre de 24 mm, que se instala en la zapata para accesorios. Tiene dos ventajas, por un lado se ahorra batería, ya que el fotógrafo puede visualizar la foto sin necesidad de encender la cámara, y en segundo lugar, acerca al usuario a la composición clásica. Pero la modernidad se impone, como muestra el cable para conectar a un televisor HD. Por último, también hay disponible un pequeño flash compacto, y una empuñadura.

Este modelo  tiene un sensor de imagen de buen tamaño que, unido al objetivo DC Vario-Summicron 5.1-12.8 mm f/2.0-2.8 ASPH con 8 elementos en 6 grupos, y con una longitud focal equivalente a 24-60 mm, logra fotos de una calidad difícil de igualar. Como es habitual, se trata de una cámara que obliga al usuario acercarse al objeto de la toma. Su zoom tiene un extremo gran angular creado para fotografía de paisaje y de viajes mientras que el otro extremo está muy cercano al ángulo de visión del ojo humano. La cámara es capaz de tomar imágenes en tres formatos, 4:3 3:2,  y 16:9.

La cámara mantiene el aire de familia típico de todas las Leicas compactas, con una especial atención por la ergonomía. Todo está bien situado, fácil de alcanzar, y con un buen número de funciones activables desde el joystick. Por otro lado, es tan eficaz en modo automático como en manual. Logicamente incorpora funciones de software avanzadas como reconocimiento de rostros o estabilizador de imagen.