Si alguien nos hubiera dicho hace tres o cuatro años que algún día los televisores de plasma medirían menos de 5 cm de grosor, le habríamos tachado de loco. Samsung lo consigue con el PS50B850, cuyo fondo presume de menos de 3 cm. Y no lo hace con trampas, como otros fabricantes que procuran sacar parte de la conectividad, parte electrónica e incluso el sintonizador fuera de la pantalla. La coreana lo consigue con un modelo con todo integrado, incluso un sintonizador de televisión digital terrestre de alta definición. Y eso que estamos hablando de una pantalla panorámica FullHD con 50 pulgadas de diagonal.

Una vez encendido, el PS50B850 demuestra que el plasma todavía tiene mucho que decir frente a los mejores televisores LCD. Las imágenes no sólo son muy detalladas, sino que además tienen un contraste excelente y muchos detalles en las sombras. Eso es porque la máquina lleva integrado hardware y software de primera categoría. Así, tiene tecnología Ultra FilterBright Plus y 100Hz Motion Plus, que permiten ofrecer imágenes en movimiento sin ningún tipo de emborronamiento cinético, con perfecta claridad incluso en los rápidos movimientos en diagonal.

El PS50B850 de Samsung es lo último en plasma de la coreana, y aunque desde el punto de vista del diseño no aporta soluciones radicales, incorpora soluciones ya probadas por la casa y combinadas de tal manera que le dan a este televisor una gran belleza formal.  El marco, reducido a la mínima expresión, está fabricado con materiales negro piano que permiten adivinar diferentes tonalidades en función del ángulo de visión. La pantalla es la protagonista absoluta. Incluso el mando a diatancia incorpora una buena dosis de diseño. Es agradable, con teclas que presentan una ligera resistencia al tacto. La colocación y selección de los botones es adecuada.

Esta es una pantalla de nueva generación que ya no se conforma sólo con reproducir contenidos en definición normal y alta definición. La casa lo llama suite Media 2.0, y es la capacidad de convertir ciertos contenidos de Yahoo, Flickr o YouTube en material televisivo. También trabaja mediante widgets. De todas formas, también es posible disfrutar todo tipo de contenidos multimedia gracias a que se puede conectar de forma inalámbrica a una red doméstica (DLNA inalámbrico). Y quien no tenga red, podrá introducir sus contenidos a través de cualquiera de los dos puertos USB que son compatibles con DviX, MPEG4, AVI y MKV además de algunos formatos musicales y fotográficos. El propio televisor tiene una memoria de dos GB para almacenar una “librería de contenidos”.

La conectividad es también muy completa, con cuatro conectores HDMI. El sonido es algo superior a la media, pero es mejor no abusar del volumen ya que algunos usuarios han avisado de vibraciones indeseadas. En cualquier caso, para ver la televisión y algunos partidos, resulta más que suficiente. Quien quiera emociones fuertes que conecte un sistema de cine doméstico. Por cierto, su precio en la red es muy variado, pero hay muchas tiendas españolas que lo ofrecen entre 1.400 y 1.600 euros, impuestos incluidos.