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La compañía coreana Samsung acaba de matar dos pájaros de un tiro al presentar un prototipo de pantalla de 30 pulgadas de diagonal, con tecnología estereoscópica, eso que ahora llaman 3D. El televisor está dotado de un magnífico panel AMOLED capaz de ofrecer un contraste de 1:1.000.000. Para mostrar imágenes tridimensionales trabaja con una frecuencia de 120 herzios, los espectadores necesitan unas gafas especiales obturadoras para poder percibir la sensación de profundidad.

De todas las tecnologías 3D disponibles, Samsung se ha decantado por la de presentación alternativa de imágenes, de manera que la pantalla primero muestra un cuadro con la imagen correspondiente al ojo izquierdo, seguido de otro correspondiente al derecho, y así sucesivamente. Para que el cerebro de los televidentes no acabe volando por los aires, las gafas deben oscurecer el ojo que en esos momentos no está recibiendo imagen. Como es lógico, la pantalla controla las gafas de visionado mediante una conexión de sincronía que lleva en la trasera. Al trabajar a 120 Hz, el cerebro no percibe los mínimos periodos alternativos en negro

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Aunque sólo se trata de un prototipo y todavía le queda un tiempo para pasar a la fase comercial, este televisor presenta un grosor de 2,5 mm y encaja perfectamente dentro de la actual filosofía de la empresa de fabricar pnatallas cada vez más delgadas. Este televisor, tiene resolución FullHD, y un tiempo de respuesta sumamente bajo, con lo que resulta adecuado no sólo para las emisiones en 3D que ya preparan algunas televisiones europeas, sino también para todo tipo de juegos de ordenador.

Sin los datos sincronizados, éste podría ser perfectamente un integrante de las próximas gamas de la coreana, que está apostando fuertemente por las tecnologías de pantallas OLED como única vía posible para obtener aparatos aún más delgados y ligeros que los actuales, sin que sea necesario sacar parte de la electrónica fuera del aparato. Por otro lado, es un televisor con colores muy naturales, incluso en las emisiones estereoscópicas, con buena capacidad de brillo, y con un consumo sumamente reducido.