Si clamamos que ha llegado el Yeti, no nos tomes por locos: nos referimos a la última pieza que el fabricante Blue Microphone lanza a su familia de micrófonos para profesionales y aficionados. Esta unidad, que se presenta con llamativo diseño que mezcla líneas añejas con espítiru vanguardista, cuenta con la certificación THX, que lo convierte en un dispositivo de primera línea para grabaciones de voz y efectos de todo tipo.
Si hay algo que distingue a este Yeti de otros micrófonos de corte profesional que encontramos en el mercado es que estamos ante un tipo de artefacto que sirve para acercar a los iniciados en tareas como la radio por streaming o la grabación mediante estudios musicales domésticos. Una primera toma de contacto que, por el contrario, no hipoteca el resultado final, capaz de afinar la calidad con mucho acierto.
De fácil manejo y administración, el Yeti de Blue Microphone se conecta al ordenador mediante un puerto USB y cuenta con un sistema inteligente que reduce la latencia a cero (evitando el odiado retardo que se da con algunos sistemas de registro entre la voz y la reproducción). Por otro lado, el propio micrófono dispone de un conversor de analógico a digital, permitiendo que la señal que llega al grabador o al secuenciador que sirve de receptor sea lo más límpida posible y evitando conversiones extra que resten calidad al archivo final de sonido.
El cabezal del Yeti de Blue Microphone está dotado también de un sistema que permite configurar la fuente de registro en varios modos modos: por un lado, omnidireccional y bidireccional, permitiendo además el que podemos emplearlo para grabar voces (en modo cardioide o unidireccional) o para captar atmósferas y sonido ambiente sin discriminar ningún ángulo. El mismo selector determina también que el sonido se capte para salidas estéreo o monofónicas.
Vïa: Blue Microphone
