ipad-videojuegos-01

Cuando los ansiosos consumidores se interesan por el iPad de Apple y se les explica que una de sus funciones es la de servir como plataforma para videojuegos, cambian radicalmente la expresiรณn hacia un rictus de extraรฑeza y desconfianza que, no en vano, en parte estรก justificado. Hemos visto a Steve Jobs leyendo libros en el iPad; le hemos observado ojeando ediciones digitales de periรณdicos en Internet; incluso viendo vรญdeos en alta definiciรณn desde la funciรณn iPod. Y tambiรฉn jugando a N.O.V.A. o Need for Speed, las grandes apuestas de Gameloft y Electronic Arts, respectivamente, para el mercado de aplicaciones de Apple.

No obstante, ยฟes realmente funcional el iPad como consola portรกtil? Muchos recelan de los controles tรกctiles, que aunque en principio se antojan muy golosos y atractivos, a la larga pueden causar algo de incomodidad para algunos usuarios. Por otro lado, como plataforma portรกtil, el iPad de Apple es el dispositivo con la pantalla mรกs amplia del mercado (casi diez pulgadas) y dispone de un procesador, el A4, que entre sus misiones especรญficas estรก garantizar el rendimiento de los juegos que corran en su sistema operativo (encargado, ademรกs, de interporlar los grรกficos sin pรฉrdida de calidad). Entonces, ยฟes o no es apropiado este iPad como consola? Veamos los pros y contras.

ipad-videojuegos-02

A favor

Como decimos, el iPad cuenta entre sus aliados para seducir a los jugones de todo el mundo el tener la pantalla mรกs grande que puede encontrarse. Bien es cierto que los juegos de que dispone han sido diseรฑados para una pantalla casi tres veces menor (la del iPhone e iPod Touch es de 3,5 pulgadas), pero los ingenieros de Apple se han cuidado de desarrollar un sistema que redimensione los grรกficos con una pรฉrdida de calidad mรญnima.

Por otro lado, el catรกlogo de juegos del iPad es, con mucho, el mรกs amplio del mercado de los dispositivos portรกtiles (si lo comparamos con los telรฉfonos mรณviles, claro). Hay multitud de gรฉneros preparados para todos los gustos, y de hecho el citado N.O.V.A. ya ha sido catalogado como una versiรณn ligera y muy digna del Halo que tan popular es entre los amantes de los juegos de disparos. Ademรกs, ha sido precisamente este juego el que ha tapado la boca de quienes se mostraban detractores de los juegos basados en controles tรกctiles, desarrollando un manejo que para muchos marca el inicio de una nueva generaciรณn de shooters para mรณviles.

ipad-videojuegos-03

En contra

La espada de Damรณcles del catรกlogo de juegos del iPad es que estรก condenado a verse suministrado รบnica y exclusivamente de la App Store. Dada la polรญtica de Apple, no puede instalarse nada en el iPad si no pasa por el canal de iTunes, de modo que por muy optimizados que estรฉn los juegos para el iPad, no tendrรกs la posiblidad de salirte de la tangente con juegos diseรฑados para PC.

En este sentido, cuesta encontrar juegos con historias que duren muchas horas, y en su mayorรญa son aplicaciones de usar y tirar. Eso, siempre y cuando, desarrolles una sana adicciรณn a algรบn tรญtulo, ya que estรก muy extendida la tendencia de descargar juegos que usas una vez y los abandonas para no volver a abrir de nuevo. Es decir: el iPad podrรญa heredar una tendencia que ya es habitual en los mรณviles.

Harina de otro costal es la naturaleza del iPad dentro del mercado de plataformas de juegos. Si lo comparamos con la Xbox 360, la PlayStation 3 o el PC, es incapaz de competir con la calidad de imagen y sonido del catรกlogo de juegos de nueva generaciรณn. Y por supuesto, en la arena de la profundidad de juego no puede sino bajar la cabeza ante las compleajas propuestas de esas plaformas.

apple_ipad_03

En ordenador, ademรกs, existen muchรญsimas mรกs formulas para acceder a los juegos, que van desde la compra de tรญtulos oficiales hasta la instalaciรณn de emuladores de plataformas que han pasado a abrir el cรณdigo de sus juegos. Quizรกs estarรญa de igual a igual comparando con PSP o Nintendo DS. No obstante, el iPad resulta mucho menos portรกtil que las consolas de Sony y Nintendo. Para empezar, resulta demasiado grande, y ademรกs, los controles no son tan accesibles.

Y por si fuera poco, la versiรณn mรกs barata del iPad es mรกs cara que cualquiera de las anteriores (aunque los juegos sean mรกs baratos).

Ademรกs, aunque existan defensores de los controles sobre pantalla tรกctil, la verdad es que sostener el iPad con dos manos al mismo tiempo que accionamos los comandos para avanzar, saltar, disparar o explorar se antoja como una tarea muy incรณmoda. El uso de un teclado inalรกmbrico (una de las opciones con las que Apple se ha guardado la espaldas ante posibles crรญticas de accesibilidad) podrรญa resultar apropiado, pero anularรญa dos de las ventajas del iPad: reducirรญa la portabilidad del aparato y darรญa al traste con los controles heredados en las aplicaciones que, en principio, fueron diseรฑadas para iPhone e iPod Touch.

apple_ipad_01

Conclusiรณn

Tras esto, volvemos a la cuestiรณn principal. ยฟEs o no es apropiado este iPad como consola? La respuesta emula a la de otras preguntas generadas ante la presentaciรณn del tablet de Apple. En principio, el iPad como plataforma de juegos es una apuesta por parte de Apple de crear un mercado que, hoy por hoy, es emergente en el mejor de los casos.

Ademรกs, algunos de los principales fabricantes y editores no acaban de sentirse cรณmodos ante el iPad. Sony y Nintendo, empresas propietarias de las dos consolas portรกtiles que copan el mercado le dan la espalda al tablet de Apple. De cualquier modo, los grandes editores, como Electronic Arts, Ubisoft, Activision o 2K, respaldan esta plataforma, aunque en ocasiones las razones estรก mรกs relacionadas con motivos promocionales que por darle una verdadera importancia a este soporte.

Y es que la presencia de juegos como Call of Duty: Wold at War, Assassinยดs Creed, FIFA o Grand Theft Auto en iPad responde mรกs a la creaciรณn de artรญculos satรฉlite que promocionen los productos destinados a las consolas de sobremesa que a la intenciรณn de desarrollar juegos con proyecciรณn comercial y con la calidad que puede exigir el usuario final.