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Entre la marejada de informaciones que nos van llegando acerca del nuevo iPhone 4G de Apple, no todo van a apuntar a prestaciones o características del todo atractivas. La última que se ha conocido es de carácter más profano, y apunta a un ligero aumento en el tamaño del terminal de la manzana. Sin desarrollar una mayor pantalla, el iPhone 4G podría dar un pequeño estirón de unos milímetros a causa del sensor de proximidad (un detector que evalúa si nos llevamos el iPhone a la oreja o no para bloquear la pantalla).

Según unas imágenes filtradas, el iPhone 4G habría modificado la ubicación de este sensor. Hasta ahora, las tres versiones conocidas del manzanófono (iPhone, iPhone 3G y iPhone 3GS) situaban el sensor junto al altavoz. Pero en la próxima edición, y de ser ciertas la imágenes filtradas, este apartado estaría ubicado justo encima del altavoz. Pero no sería ésta la única modificación en la estructura del iPhone 4G.

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Si bien la pantalla conservaría las muy interesantes 3,5 pulgadas, ésta pasaría a basar su panel en una construcción distinta a la tres anteriores que ya conocemos. No sabemos si la pantalla sería más sensible o estaría más expuesta a roturas, pero que sí que parece cierto es que la manipulación y reparación en caso de accidente serán más complejas y, quién sabe, si más caras también.

A tenor de estas imágenes, vemos que el panel en sí se ubica unos milímetros más elevado respecto a los modelos anteriores. El botón de inicio parece ser el responsable de esto, ya que es un pelín mayor. Además, parece que tendrá un tacto y aspecto diferentes, aunque al no mostrarse en las imágenes no podríamos asegurar hasta qué punto eso llegaría a ser cierto. Desde la fuente de esta información, aseguran que tendrá una apariencia espejada.