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Alrededor del BD-P1580 de Samsung se puede completar un buen sistema de cine doméstico. Es un reproductor multimedia de precio medio, que puede trabajar con todo tipo de señales de video, desde las más sencillas, hasta las de alta definición procedente de discos Blu-ray. Es una máquina elegante, atractiva, con un perfil muy bajo, discreta, y que luce bien en un aparador o debajo del televisor en una mesita. En su frontal despejado apenas hay sitio para una rueda de control, una pequeña pantalla LCD, y la bandeja de extracción, que se mueve con fluidez.

Destaca esta máquina prácticamente desde el primer momento. El arranque es bastante rápido, al menos para su rango de precios. Una vez introducido el disco, tampoco tarda demasiado en ponerlo a disposición del usuario. El rendimiento con imágenes de alta definición es muy bueno. Saca la imagen a través de su conexión HDMI, y ofrece la calidad suficiente para que la imagen resalte en una pantalla de última generación. También puede trabajar con discos DVD.Tiene un sistema de escaneo progresivo y de reescalado que hace que las imágenes adquieran vida propia, con buenos colores y movimientos fluidos.

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Pero todavía hay más. Su puerto USB permite el acceso a nuevas experiencias. Ya no hace falta descargar en el ordenador los contenidos de la cámara de video o de la cámara de fotos. Ni siquiera los de esos sencillos reproductores MP3 que también pueden hacer las funciones de memoria. Basta con enchufarlos al puerto USB del Damsung bd-p1580 para que se reproduzcan sin demasiados problemas. La máquina es compatible con MPEG-2, VC-1, H.264, MP3, WMA, y DivX.

Su conectividad resulta útil cuando se le coloca en el contexto de un cine doméstico con una cierta ambición. Tiene puerto USB y salida HDMI. También tiene una salida de vídeo compuesto y otra de vídeo por componentes. Carece de salida S-Video, aunque tampoco tiene demasiado sentido. Incorpora además una salida óptica digital de audio y una analógica estéreo de dos canales. Por fin, es un aparato que se puede conectar en red bien a través de un cable ethernet o bien enchufando en el puerto USB una tarjeta inalámbrica de Samsung. Cuesta 180 euros. No es tan barato como esos reproductores DVD que venden en la línea de cajas de los supermercados, pero es una inversión razonable para quien quiera entrar en el mundo del cine en alta definición.