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Entre la gama recientemente presentada por HP se ha colado un equipo portátil que se ajusta a las necesidades del usuario medio: un ordenador con una configuración un poco por encima de lo que reclama el público en general por un precio que se sitúa en el ecuador de la oferta de este tipo de dispositivos. Y es que este a HP G62, que cuesta unos 550 euros, no le falta de nada, aunque lo que presenta tampoco esté en sus más altas posibilidades.

Para empezar, tiene una pantalla LED de 15,6 pulgadas con una resolución de 1.366 x 768 píxeles que parece que casa bien con la tarjeta gráfica, una Intel HD con un GB de memoria dedicada. Aunque lo que quizás despierte más interés es el abanico de opciones configurables en el apartado del procesador. Se puede instalar un chip de la casa AMD o Intel, ofreciendo además una buena variedad de modelos. Por parte de AMD, se disponen los Phenom II, Turion II y Athlon II; por parte de Intel, varias son las ediciones del Core i3 y el Core i5 que se ponen a disposición de la personalización del usuario.

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Siguiendo con la configuración básica del HP G62, este portátil presenta de entrada una memoria RAM de cuatro GigaBytes (ampliables a un  máximo de ocho GB distribuidos en dos slots independientes). También ofrece un disco duro de 5.400 revoluciones con 320 GigaBytes de capacidad. Además, el HP G62 incluye en preinstalación una unidad óptica regrabadora de DVD con función LightScribe (un sistema que imprime en láser sobre la “galleta” de los discos compactos compatibles con esta función).

Además, como viene siendo habitual en estos equipos, el HP G62 incluye puertos USB, lector de tarjetas de memoria, conexión inalámbrica Bluetooth 2.1, sensor Wi-Fi y, como interés, un puerto multimedia de alta definición HDMI (una opción que ya se está ofreciendo por defecto en los últimos modelos de los portátiles de Hewlett-Packard).