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En principio, los monitores con sonido incorporado nos van a ahorrar un cierto dinero al evitarnos una compra adicional. Además, permiten economizar espacio, porque ofrecen una solución integrada de imagen y sonido en un paquete pequeño también tiene inconvenientes. El principal es que el sonido no es tan bueno como cuando se compran un buen par de altavoces de ordenador de calidad o incluso una pareja de monitores de sonido de campo cercano como los profesionales.

Queda por estudiar el consumo del aparato. Lo cierto es que las ofertas de última hora, ésas que ponen al alcance del usuario monitores por poco más de 100 euros, suelen pertenecer a modelos económicos que ya tienen unos cuantos meses de vida comercial y que, en consecuencia, no siempre incorporan los últimos avances en ahorro energético. No todos los monitores LCD ofrecen un consumo reducido. Para saberlo, es conveniente echar un vistazo a la tabla de características técnicas del aparato.

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Y todavía quedan algunos aspectos por estudiar. En primer lugar, el tipo de tecnología. Ya se han perdido en las tinieblas de la historia los monitores CRT basados en tubos de rayos catódicos y que ocupaban la mitad de la mesa de trabajo. Ahora toda la oferta del mercado está basada en LCD, pero los hay de varios tipos. Los más antiguos, se iluminan mediante tubos fluorescentes de cátodo frío, parecidos a los fluorescentes de la cocina. Una nueva generación de aparatos utiliza diodos led para retroiluminar la pantalla, con lo que aumenta el brillo, mejora el contraste y los colores resultan más vivos. Otra de sus ventajas es su bajo consumo de energía. Pero incluso dentro de los monitores LCD-led hay dos familias.

Por un lado, están aquellos que tienen la fuente de iluminación en los bordes de la pantalla. Éstos, al igual que ocurre con los que utilizan cátodos fríos, difuminan la luz hacia el centro de la pantalla mediante planchas de plástico difusor. Por otro lado, están las últimas generaciones, que iluminan toda la pantalla mediante un tapiz formado por pequeños diodos led. Esta última tecnología es la más cara del mercado, el rendimiento de imagen que consigue puede hacer que, para ciertos profesionales, o para fanáticos de la imagen, su compra sea sumamente satisfactoria. Un tapiz de bombillas led situado detrás del panel de imagen va a permitir encender y apagar completamente ciertas zonas; el resultado es un contraste excelente, y unos negros magníficos. De esta manera, las películas se van a ver como en los televisores de atla gama, y los videojuegos van a adquirir mayor realismo.

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Los más enterados suelen echar un vistazo a la tabla de especificaciones técnicas de los monitores para estudiar la velocidad de refresco de la pantalla. Cuanto más rápido sea, mejor se representarán las películas y los videojuegos. Además, habrá que comparar su calidad de color con respecto a otros monitores. Ahora bien, sobre todo, es necesario revisar a fondo la conectividad.

En el mercado todavía quedan muchos monitores con conectores VGA. Son útiles para aquellos que disponen de un ordenador que tiene una cierta edad, y que no han actualizado la tarjeta gráfica. La mayoría de los ordenadores a la venta en el mercado vienen con gráficas de última generación, que como mínimo tienen conexiones DVI. En el fondo da lo mismo que el monitor del ordenador tenga entradas HDMI, porque hay clavijas convertidoras de DVI a HDMI, que lo único que dejan fuera es el audio, y esto tiene poca importancia si el monitor carece de altavoces. Por cierto, hay todavía algunas tarjetas con salida DVI, que en realidad ofrecen una señal de tipo analógico en lugar de digital, que haría dicha conversión imposible. Algunos fabricantes, por ejemplo Samsung, ya han anunciado los primeros monitores con conexión USB, que facilitarían el tema de la presentación gráfica, ya que el monitor no dependería de la tarjeta gráfica del ordenador. Ocurrirá algo parecido a lo que en estos momentos pasa con el sonido, es posible conectar unos altavoces USB directamente al ordenador sin necesidad de instalar una tarjeta de sonido.