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Los de Apple establecen en su contrato de garantía que no repararán los reproductores y teléfonos que hayan sufrido daños por agua, o que hayan estado sometidos a un ambiente de excesiva humedad. Para evitar que los clientes les den gato por liebre, e intenten pasar como avería eléctrica un aparato que cayó a la bañera, instalan un sensor de humedad en el interior del puerto de auriculares.

El estado de este conector es lo que les dice a los de la manzana si el equipo tiene o no derecho a una reparación en garantía. Los sensores no funcionan tal y como pensaron los diseñadores, y continuamente dan falsas alarmas. Esto ha motivado que los de la manzana se vean sometidos a una continua catarata de demandas de gente que no ha mojado sus equipos de Apple, aunque los sensores indiquen lo contrario. Por eso se han replanteado la política.

sensor apple - 2Lo que han decidido los de la casa es tener en cuenta parcialmente la información de los sensores de agua, hasta ahora instalados en los iPod, iPad e iPhone. A partir de ahora, aunque el sensor indique que el aparato ha sido sumergido o sometido a un ambiente muy húmedo, los equipos seguirán teniendo derecho a garantía siempre y cuando en el interior del aparato no se encuentren rastros de humedad o de corrosión.

Por el momento, esta nueva política sólo se va a aplicar a los reproductores iPod, y según vaya la cosa, podría acabarse aplicando en breve tanto a los tablets como a los teléfonos. Lo cierto es que los sensores de humedad fallan con mayor frecuencia en las ciudades cercanas al mar, pero la política del uso de la manzana no prohíbe usarlos mi junto al mar, ni al lado de una piscina, ni cerca de una fuente, ni siquiera en la playa. Faltaría más.