La serie 8000 es otra de las familias televisivas de la coreana Samsung que incorpora iluminación “edge led”. Y eso se nota en la calidad y en el precio de los televisores. El modelo Samsung UE40B8000 es uno de esos aparatos de última generación que ofrece el fabricante y que logran imágenes difíciles de distinguir de las de los televisores de plasma. No resulta difícil comprender por qué la marca apuesta por esta tecnología de retroiluminación. La iluminación LED permite ofrecer un contraste mucho mejor que los tubos fluorescentes empleados anteriormente. Pero cuando se utiliza en la configuración de tapiz, hay que emplear una cantidad impresionante de diodos, y en consecuencia el precio se pone por las nubes.

Colocándolos solamente en el borde, se obtiene un efecto similar: un contraste excelente, con algo menos del control local, pero a precios reducidos. Claro que hace falta tener una tecnología de difusión de luz como la diseñada por la firma coreana para las series 6000, 7000, y 8000. El Samsung UE40B8000 tiene un montón de elementos en común con las series anteriores. Utiliza el mismo sistema de iluminación y parte de la electrónica, como, por ejemplo, el sistema de gestión y mejora del color. Pero hay una diferencia que hace que este televisor se vea un poco mejor. Es la tecnología de visionado 200 Hz Motion Plus. La presentación de las imágenes es mucho más rápida todavía. No importa lo vertiginosa que sea la acción en la pantalla, las formas salen bien definidas, con los bordes perfectos y sin emborronamiento cinético.

Samsung, al igual que otros fabricantes, ha entendido el mensaje alto y claro. Por eso, esta nueva pantalla consume hasta un 70% menos de electricidad que los modelos de hace apenas un año. Pero este consumo inferior no se logra reduciendo la luminosidad o las prestaciones del panel de imagen. Se logra optimizando la electrónica y creando un modo de consumo en espera de apenas una décima de vatio.

El consumo reducido no es lo único que demuestra hasta qué punto está a la última este televisor. Incorpora algunos servicios que ya estaban presentes en series anteriores, como es la compatibilidad con redes inalámbricas, que ya estaban presente en la serie 7000. Gracias a ella puede reproducir contenidos desde cualquier punto de la red doméstica y ahorrar la pesadilla de tener que llevar a cabo un tendido de cable. También incorpora la posibilidad de disfrutar de ciertos contenidos de Internet, incluyendo una conexión con Twitter para que los usuarios del servicio puedan comprobar las actualizaciones de sus contactos. Otras informaciones como el tiempo o la bolsa se consultan mediante iconos activos en pantalla, eso que Windows llama widgets.

El UE40B8000 de Samsung también incorpora dos puertos USB compatibles con los últimos formatos de compresión de vídeo. El usuario podrá bajarse todo tipo de contenidos de Internet con la seguridad de que podrá reproducirlo. De igual manera podrá conectar una videocámara, una cámara de fotos o incluso una memoria con canciones en MP3. Además, la pantalla tiene cuatro conectores HDMI. Puede con todo tipo de fuentes digitales.

Este televisor cuesta 2.000 euros, unos 200 euros más que su equivalente en la serie 7000 ¿por que esta diferencia? Sencillamente porque se ve mejor. No todo el rato, no siempre. Hay muchas ocasiones en que puestas una junto a otra, no se diferencia una pantalla de la serie 7000 de esta de la serie 8000, pero cuando la acción estalla empiezan esas diferencias sutiles que justifican ese dinero de más. No todo el mundo necesita esa calidad extra. Es lo bueno del actual catálogo de la coreana, hay pantallas para todos. Y los pequeños incrementos de precios están justificados por los correspondientes incrementos en la calidad o las prestaciones.