El equipo de la coreana Samsung ha decidido tirar todo el lastre por la borda, y deja únicamente lo esencial en una cámara de fotos compacta, la HMX-U10,  que además puede grabar vídeos con una resolución de 1920 x 1080 píxeles. Así pues, va a ser muy difícil encontrar determinada parafernalia que para el fotógrafo aficionado, e incluso para aquellos con pocos conocimientos, resultan imprescindibles. Esta cámara no tiene un zoom óptico, ni muchas de esas características electrónicas que hacen la vida más fácil a los usuarios como el reconocimiento de muchas caras en un grupo, o un chip especial que te consigue el teléfono de la mejor sonrisa de la noche.

A cambio, pesa apenas 112 g con la batería incluida, y en lugar de presentar un formato recto como una tableta, presenta en cierto momento una inclinación de 7° con lo que resulta mucho más sencilla en el agarre. Una máquina fácil de manejar, que consume poca energía, y que se lleva en el bolsillo para no perderse ni un solo momento, pero no para crear grandes obras de arte. De todas formas, tiene un chip de captación de imagen CMOS de 1/2,3 pulgadas con una resolución de 10 MB. Las imágenes son claras y con poco ruido incluso en condiciones difíciles de luz.

Las imágenes de vídeo se graban en formato H.264, perfecto para reproducirlas en un ordenador, pero también en los televisores lcd más modernos. Aunque carece de algunas de las funciones habituales en este tipo de aparatos, viene con otras de gran utilidad como el software de edición de imagen de Samsung que deja las imágenes perfectas para su visionado, y que incluso permite subir los videos a Youtube simplemente pulsando un botón

La trasera es una maravilla con esa enorme pantalla de dos pulgadas, y los botones, muy pocos, con un cierto aire telefónico. La batería le da a la máquina suficiente autonomía, y se puede recargar tanto por USB como mediante un adaptador de corriente continua.