Leica-x1

Resulta casi imposible no reaccionar ante la palabra Leica, que está asociada a las mejores imágenes de siglo XX. Por eso, cuando la casa lanza nuevos productos, de inmediato suscita la atención. En este caso se trata de dos cámaras compactas. La primera de ellas, la Leica X1 es un modelo digital compacto de altas prestaciones, creado con un diseño absolutamente clásico, que recuerda al de los ejemplares más antiguos de la marca. Tiene un objetivo no intercambiable con una focal equivalente a 36 mm, y un sensor de imagen de tamaño APS-C. Con él puede tomar imágenes de 12 megapíxeles de resolución.

Como es habitual, la carcasa es metálica, y los controles están agrupados representando las funciones fotográficas básicas. Tiene un buen paquete de automatismos, pero también permite ajustes manuales para lograr una mayor creatividad. Puede trabajar con una sensibilidad de hasta 3200 ISO, con mucho menos ruido y mayor rango dinámico que otras cámaras. Es perfecta para llevar la calidad de la casa en el bolsillo, y emular a los clásicos. La composición de las imágenes no tiene dificultad gracias a su pantalla de 2,7 pulgadas. Se puede conseguir a partir de 1.550 euros.

leica-m9

La segunda cámara que presenta la alemana es la Leica M9. Es un aparato telemétrico con sensor de formato completo 24 x 36 milímetros, el mismo tamaño de la película de 135 mm. Trabaja con la montura M tradicional de la casa, con lo que es compatible con la mayoría de los objetivos fabricados desde 1954, con focales que van desde los 16 a los 135 mm. Éstos trabajan a pleno rendimiento gracias a que no hay factor multiplicativo en el chip. Por otro lado, un procesador digital de 6 bits reconoce el objetivo y elimina ciertos defectos como el viñeteado.

La cámara opera con una sensibilidad de entre 80 y 2500 ISO. Tiene modo de exposición manual, y un automatismo con prioridad de diafragma.Este modelo está dedicado sobre todo a los profesionales multidisciplinares más exigentes. Tiene un sensor de imagen de 18 megapíxeles, protegido por una cubierta de vidrio que elimina la parte infrarroja del espectro. Eso evita el tener que montar filtros en los objetivos. Por fin, no se trata de una cámara económica, pero eso no le va a importar demasiado a sus compradores. El cuerpo, sin objetivos, tiene un precio de 5.495 euros.