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La tecnología táctil parecía, hasta hace no mucho, reservada a móviles de gama alta. Sin embargo, gracias a las marcas blancas, es posible adquirir un terminal a un precio competitivo. Es lo que sucede con Orange Oslo.

La operadora francesa comercializa un dispositivo que mejora las prestaciones de su primer móvil propio, Orange Vegas.

Para empezar, su pantalla TFT pasa a ser de 2,8 pulgadas, un tamaño que se ajusta mejor a la manipulación táctil. Sin embargo, no se ha concretado su resolución. A diferencia de su predecesor, está equipado con acceso a redes 3G. Es compatible con HSDPA (High Speed Downlink Access), un protocolo que alcanza tasas de velocidad de transmisión de datos de hasta 14 Mbps. Se considera que el HSDPA es la evolución de la tercera generación de telefonía móvil y el paso previo a la 4G. Completa la conectividad inalámbrica con Bluetooth 2.0 con perfil A2DP, indicado para transmitir audio y, por tanto, para enlazar con kits manos libres o auriculares inalámbricos. También dispone de GPS. Con cables, dispone de un puerto mini USB.

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Reproduce archivos de audio en formato MP3 y viene con sintonizador de radio FM. La cámara de fotos es de cinco megapíxeles, una resolución superior a la del iPhone 3GS. Además filma vídeo, aunque no se ha especificado con qué calidad. Lo que sí se sabe es que permite realizar vídeo – llamadas. Respecto al almacenamiento interno, en el pack de Orange Oslo se incluye una tarjeta de memoria de 4Gb. No obstante, se desconoce cuál es el máximo que admite. Su autonomía sin embargo no resulta muy sobresaliente. Hasta cuatro horas y media en conversación y 120 horas en modo espera.

Mide 109 x 57 x 12,7 milímetros y pesa 110 gramos. Orange lo ofrece en los colores blanco o negro, a partir de cero euros si se contrata una tarifa con permanencia de 18 meses o a partir de 94 euros con tarjeta prepago. La encargada de su fabricación ha sido la empresa china ZNET.