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Hay gente en quienes despierta el interés por los discos de vinilo de repente, bien porque los han encontrado en casa, se los han regalado o los han heredado. Antes de saber si realmente merece la pena invertir en un plato de precio para escucharlos, puede empezar con un plato económico como este de Denon. El DP-29 es un básico, de calidad con automatismos básicos.

Es un modelo que puede resultar muy útil no sólo a la hora de disfrutar de la colección de vinilos, sino también en el momento de copiarlos en disco duro o pasarlos a CD para evitar su deterioro. Los DJ y  los audiófilos necesitan platos mucho más caros, pero la gente normal en muchos casos se puede conformar con algo como esto, que suena lo suficientemente bien como para satisfacer a la mayoría de las personas. De hecho incorpora un ecualizador de phono. No es necesario comprar un amplificador con entrada de fono, que siempre resulta algo más caro.

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Tiene un motor controlado por servo, y una transmisión por correa que enlaza con el plato de aluminio fundido con la superficie superior cubierta por una capa de goma. Tiene un tamaño ligeramente inferior al de otros platos. Los botones de arranque y de parada se encuentran situados en el frontal de manera que no hace falta levantar la tapa para acceder a ellos.

El botón de arranque inicia la rotación del plato, levanta el brazo y lo coloca al comienzo del disco. Una vez la aguja ha llegado al final del camino, automáticamente se levanta y regresa al lugar de descanso. En cualquier caso se puede pulsar el botón de parada para que el brazo regrese a la posición inicial. También tiene un selector de velocidad y otro del diámetro del disco. Se puede encender y apagar el premplificador riaa. Y no tiene más ajustes. El peso de la aguja está prefijado en 3,5 gr. Su precio es de 150 euros.