windows_phone_tablet_1

Windows Phone 7 es la nueva plataforma para móviles con la que Microsoft quiere tomar su trozo de la tarta en el mercado. Su destino natural son los próximos teléfonos inteligentes que se avecinan. Dada su versatilidad y sus nuevas posibilidades, muchos analistas se plantean si sería una buena idea introducir el sistema en los tablets, esos equipos portátiles que tan de moda se están poniendo. Es la táctica que siguen competidores como Google y su Android. Pero en la compañía de Redmond lo tienen claro: de momento nada de eso.

Desde un artículo en ZDNet se ha desvelado que, al menos por ahora, la idea de una tableta con las ventanas en versión móvil es más bien una utopía. ¿Los motivos? Microsoft no quiere que existan dispositivos con pantalla de más de cuatro pulgadas que lleven Windows Phone 7 instalado. Es más, ni siquiera se lo permiten a los fabricantes en sus contratos de licencia. En esos casos, las opciones se limitan a Windows 7 o Windows CE.

windows_phone_tablet_2

La postura tan inflexible de la compañía puede resultar chocante, teniendo en cuenta un par de circunstancias. Por un lado, los tablets se están perfilando como un interesante sector emergente, y a cualquiera le apetecería sacar tajada. Por otro, la interfaz de Windows Phone 7 resulta incluso más práctica para pantallas táctiles, puesto que su tecnología multitáctil permite hasta diez puntos de presión simultáneos.

En cambio, desde el punto de vista de Microsoft, se entiende que Windows 7 fue desarrollado de tal forma que pudiera adaptarse a equipos con menos prestaciones técnicas (pensando principalmente en los netbooks), y que pudiera desenvolverse con soltura en entornos táctiles. Por eso, en su estrategia no se contempla añadir a Windows Phone 7 en esta categoría. Para ellos, cada sistema operativo tiene su segmento bien delimitado. Y no parece que tengan intención de rectificar a corto plazo, justo ahora que acaban de estrenar estos iconos para móvil.

Fotos: Umang Dokey