¿Te acuerdas del monitor que aparecía en las fotos de presentación del Acer Aspire Predator? Pues se llama Acer G24 y está a la altura del citado ordenador de sobremesa: es un auténtico coloso para los videojuegos, con pantalla de 24 pulgadas, 1900 x 1200 píxeles de resolución y un ratio de contraste dinámico difícil de encontrar incluso en esas teles de alta definición con gran profundidad de color y tonalidad: 50.000 a 1. Un monitor impresionante que Acer lanzará a mediados de este mes con un precio de 430 euros.

Con el marco decorado de color negro para los más clásicos o naranja para que vaya a juego con el Predator, el Acer G24 esconde otras virtudes técnicas en su interior. Consigue un tiempo de respuesta de 2 milisegundos y un brillo de 400 cd/m², y como toda pantalla de alta definición que se precie incluye una entrada HDMI para recibir los vídeos sin perder un ápice de calidad. Tampoco faltan otras conexiones tan habituales en un monitor como la DVI o la VGA.



Semejantes características no lo convierten sólo en un monitor apto para los videojuegos más avanzados, sino también para ver películas. Podemos conectarlo sin problemas a un reproductor de Blu-ray o uno de esos discos duros multimedia que aceptan vídeo HD; y disfrutar en compañía de los vídeos, pues además de ser una pantalla grande para dormitorio y salones peqeños, ésta tiene un ángulo de visión de 176 grados.

Un monitor cuyo precio supera con creces el coste habitual de una pantalla de cristal líquido para el ordenador. Pero sus prestaciones van acordes con el desembolso y, además, no es precísamente un monitor cuya única función sea ver las carpetitas de Windows o los vídeos de YouTube.