No habrá foto en la que no salgas. El Monster Pod es un trípode poco corriente, hecho de un material llamado polímero viscoelástico moldeable, que hace que se pueda pegar sobre cualquier superficie. De esta manera, lo único que necesitamos es una cámara digital con rosca para trípode (la inmensa mayoría la llevan) y un lugar donde pegar el dispositivo.

Sobre metal, madera, plástico, mármol, cemento, fórmica, acero, ladrillo… cualquier material responde al pegamento del Monster Pod. El polímero viscoelástico hace que después de diez minutos de aguante, podamos despegar el trípode sin que deje ningún tipo de marca. Eso sí, pasado este período de tiempo el Monster Pod empezará a desengancharse y habrá que estar al tanto, para que nuestra cámara no sufra ningún golpe desafortunado.

El material con el que está hecho el Monster Pod tiene capacidad para unos 3.000 usos y puede soportar cámaras de hasta 300 gramos de peso. Unas limitaciones que no conoce el Manfrotto ModoPocket, otro minitrípode portátil para cámaras digitales. Los que estén interesados en este ayudante fotográfico pueden pasar por la tienda virtual de Planeta Plutón y adquirirlo al precio de 59 euros.

Vía: Coolest Gadgets