Aunque la coreana Samsung está envuelta en una carrera por lograr las pantallas más delgadas con tecnología LED, todavía sigue fabricando televisores LCD con iluminación tradicional. Es el caso del modelo LE52B750, un televisor que presenta una diagonal de 52 pulgadas en un panel con una resolución de 1920 x 1080 puntos. Desde luego, no va a ofrecer la calidad de imagen que una pantalla de la serie 7000 u 8000, pero se verá mucho mejor que la media de los aparatos en el mercado porque incorpora los últimos avances de la casa, como por ejemplo la tecnología de panel Ultra Clear Panel. Lo que hace es facilitar la difusión de la luz del panel trasero, mientras se elimina la mayor parte de los reflejos producidos por la luz ambiente. El resultado es una mejor percepción de los colores pero sobre todo de los negros en los matices en las sombras.

El diseño ha mejorado sensiblemente con respecto al de productos de años anteriores. El color está mejor logrado, el acabado brillante es más realista. Ya no parece un marco meramente de plástico. También está mejor acabado desde el punto de vista de la electrónica. Las tarjetas están sólidamente ancladas al chasis, y las soldaduras son resistentes. Eso se nota sobre todo en la parte trasera, donde los conectores resisten sólidamente la presión cuando se efectúan las conexiones. Por cierto, que es una pantalla que dispone de cuatro entradas HDMI. Si a algún usuario eso no resulta suficiente, también tiene entradas analógicas. Pero lo mejor de todo es la capacidad de lectura de sus dos puertos USB, compatibles con archivos musicales y fotográficos, pero también con casi todos los formatos de  compresión de vídeo existentes. El único con el que podrían dar algún problema es con Matroska, sobre todo cuando el fichero no está bien empaquetado.

Este es un televisor que se maneja con gran facilidad, sobre todo porque la casa ha decidido cambiar el diseño del sistema de menús. Ahora se navega con mucha más soltura, y aporta mejor información sobre cada una de las funciones. Así, es más fácil moverse en el menú de ajustes,uno de los más interesantes del televisor. No es la única prestación sorprendente que vamos a encontrar en este modelo. Es compatible DLNA, lo que le faculta para reproducir contenidos de cualquier disco duro conectado a la red doméstica. El hecho de que presente además dos puertos USB nos da una pista sobre las siguientes sorpresas. Con un adaptador inalámbrico, las funciones de red se pueden hacer sin cables.

El LE52B750 de la coreana Samsung aún guarda alguna sorpresa, como su capacidad de reproducir imágenes a 200 hercios. Movimientos más fluidos, mejor definidos, y prácticamente sin estelas. Por fin, esta pantalla permite la conexión a Internet. No se trata de una conexión libre, sino del enganche a ciertos servicios con los que el fabricante ha conseguido acuerdos, por ejemplo con Flickr o YouTube. Para un televisor que cuesta menos de 2.600 euros, no está nada mal.