Los fabricantes de periféricos de ordenador intentan cada vez más escaparse de las formas tradicionales, y lo mismo ocurre con los altavoces. Ya no son cuadrados, feos, y acabados en papel negro o en plástico blanco. Rainbow rompe con la tradición con estos altavoces discretos y redondos que tienen un cierto aire a «la guerra de los mundos». Vienen incluidos con la peana, que también se apunta a la originalidad.
Los OVO son un sistema de altavoces estéreo 2.0, con una potencia total de 4 W. No sirven para una sinfonía, pero sí para colocarlos a ambos lados de la pantalla del ordenador, para escuchar el sonido de los vídeojuegos, o la banda sonora de los vídeos de YouTube. Tienen una respuesta de frecuencia de 100 – 20.000 Hz, lo que garantiza que las voces se oigan con toda claridad, pero no ha lugar a grandes derroches de graves.
Como son altavoces de cercanía, tienen un buen blindaje magnético, lo que evita que sufran de interferencias. De todas formas tienen una ventaja añadida, y es que se conectan al ordenador a través de USB. No hay que conectarlos a la electricidad, ni es necesario que el sistema disponga de una tarjeta de sonido. La relación señal ruido se mueve en el entorno de los 70 dB. Puede parecer que son poco potentes, pero como se van a colocar a menos de 1 m del oyente, es potencia más que suficiente.
Estos altavoces son originales, con forma de esfera en la que se ha situado un cono de dos pulgadas. Estas bolas están al extremo de un flexible tipo cuello de cisne que a su vez se sujeta a una base circular. Se pueden colocar sobre el escritorio, pero también se pueden fijar a cualquier superficie horizontal o vertical. El montaje tipo flexo permite una colocación y una orientación sumamente precisa. Esta es una de sus mayores virtudes. Están disponibles en rojo, verde y blanco. En la base de uno de ellos se encuentra una entrada de auriculares.
