Que sí. Que estás cansado de la pequeña pantallita de tu netbook, de esas insuficientes doce pulgadas. Si quieres dar un paso más, apriétate el cinturón y busca la Matrox M9188, una tarjeta PCI-Express que, tras instalarla en tu ordenador de sobremesa, te permitirá conectar hasta ocho monitores para crear una sóla pantalla con resolución máxima de 2560 × 1600 píxeles. Para que luego digas que todo se ve muy pequeñito.
Esta Matrox M9188, pese a ofrecer una prestación de lo más sugerente para los megalómanos aficionados a la informática, tiene un coste brutalmente elevado: 2000 dólares, que en moneda europea supone un desembolso de más de 1330 euros. Una barbaridad.
La Matrox M9188 dispone de entradas para conectar tanto monitores VGA como dispositivos de visionado por DVI, aunque en este último caso, la resolución máxima que consigue esta tarjeta es de 1920 x 1200 píxeles, que tampoco está mal. Además, para garantizar el rendimiento óptimo en el pesado proceso que requiere la construcción de una resolución tan alta, la Matrox M9188, que no deja de ser una tarjeta gráfica, dispone de dos gigas de memoria dedicada.
Otra de las posibilidades que ofrece esta tarjeta es la de instalar dos Matrox M9188 simultaneas en el mismo equipo, con lo que el usuario podría doblar el resultado final en cuanto a tamaño y resolución de salida. Este tipo de tecnologías están pensadas para eventos y explotaciones comerciales, aunque no estaría mal hacer una prueba con el ordenador de casa para comprobar qué se siente dándole a algún videojuego a semejante envergadura.
La compatibilidad que asegura el fabricante está indicada para todas las versiones de Windows que se pueden encontrar en el mercado, así como para Linux. Por desgracia, los usuarios de Mac OS X tendrán que contentarse con mirar al vecino que haya instalado dos de estas Matrox M9188 y haya conectado en su habitación un total de 16 pantallas.
Vía: Gizmología
