Este 42PQ6000 de LG es un televisor de plasma capaz de ofrecer una resolución de 1024 por 768 píxeles. La publicidad ha sido tan intensa, que para muchos usuarios, puede resultar una resolución insuficiente. A todos nos gustan los televisores en alta definición, pero no siempre es posible sacarles el máximo partido. Para ello es preciso emplear un reproductor de discos Blu-ray, o una máquina que sea capaz de reescalar a 1080p. En estos momentos la televisión en España es de definición normal, salvo alguna honrosa excepción, y todavía siguen vendiéndose más los DVD que los discos azules.
Viendo el panorama, no resulta extraño que haya usuarios que encuentren sumamente atractiva esta pantalla, sobre todo porque ofrece ese contraste tan elevado propio de los televisores de plasma, y además porque disfruta de una excelente gama de colores. Para quien no tenga un reproductor de Blu-ray ni ganas de comprarlo a medio plazo, una pantalla en alta definición es una inversión difícilmente amortizable. Sin embargo, este televisor de 42 pulgadas con resolución 720p y una buena capacidad de reproducción de imagen, por 700 euros es una ganga, y encima todavía es posible encontrarlo de oferta en algunas tiendas.
El diseño es muy atractivo, con un frontal modelado en una sola pieza de cristal. Por otro lado, aunque no es tan delgada como las pantallas de la última hornada tiene un perfil lo suficientemente fino como para que resulte elegante colgada en la pared. Los controles se hallan en el lateral, lo que reduce el marco a la mínima expresión. Pero tiene un valor más. Al no ser tan delgada como las pantallas que se llevan en estos momentos, el sonido es algo más profundo y rico que el de los televisores que hemos visto en las últimas ferias. Desde luego, más que suficiente para el visionado de sesiones de televisión.
Este televisor tiene un modo ecológico que reduce el brillo en función de la luminosidad ambiente, y que recomendamos activar cuando están las luces apagadas. El capítulo de la conectividad es interesante con tres entradas HDMI, una de video por componentes, otra VGA para el ordenador, y un par de euroconectores. Las opciones están claras. Esta pantalla puede figurar perfectamente en el salón principal, pero aún con más honores en el cuarto de estar o una habitación infantil donde la opción es gastar 700 € en una pantalla lcd FullHD con iluminación tradicional de 32 pulgadas, o colocar un plasma monumental de 42 pulgadas HD Ready. Eso sí, la distancia de visionado debe ser superior a los 2 metros.
