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Un reciente estudio llevado a cabo por la consultora Futuresource muestra que España ha logrado una buena penetración de productos de alta definición. En estos momentos nuestro país se encuentra por delante de otros grandes de Europa, y el único que nos adelanta dentro de la comunidad europea es el Reino Unido. Según este estudio, dos de cada cinco hogares cuentan ya con al menos un televisor delgado de última generación. Para llegar a estas conclusiones, la empresa ha estudiado las ventas de televisores y reproductores de Blu-ray en los últimos años. El problema en nuestro país es que los operadores y distribuidores de contenidos no muestran el mismo entusiasmo a la hora de crear programas, que los ciudadanos de a pie a la hora de adquirir tecnología.

Las televisiones generalistas, que ahora trabajan en TDT, emiten en España con definición normal, con lo que todos aquellos que se han animado a adquirir nuevas pantallas, están infrautilizando la mayoría de las capacidades. De todas formas hay que tener en cuenta que la mayoría de los televisores planos vendidos hasta el momento no tenían sintonizador de televisión digital terrestre compatible con la alta definición, y esto puede ser una buena justificación para la abulia de los productores de contenidos. Si los operadores de televisión empezaran a emitir en alta definición, muchos consumidores se verían en la tesitura de cambiar de televisor a los pocos años de haberlo renovado.

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En muchos casos la solución pasa por comprar un decodificador externo compatible con alta definición, y conectarlo al televisor a través de una entrada HDMI. Recordemos también que la mayoría de los sintonizadores de televisión digital terrestre externos vendidos hasta el momento ni eran compatibles con la televisión de pago, ni eran capaces de sintonizar imágenes de televisión digital terrestre en alta definición. Las ventas de audio y video en el mercado europeo han sufrido una fuerte caída durante el año pasado. La consultora GFK afirma que se ha vendido un 11% menos que en 2008. Sin embargo se han vendido 43,5 millones de televisores LSD, de los cuales la mitad eran FullHD, y 4,3 millones de plasmas.

El número de unidades vendidas ha subido, pero los ingresos han retrocedido porque se ha producido una espectacular bajada en el precio de las pantallas de televisión. También se ha producido una significativa bajada en las ventas de los modelos más caros y mejor dotados, esos que se conocen como pertenecientes a la categoría hi-end.

Las ventas de reproductores de Blu-ray también necesitan un buen empujón. Se espera que la bajada de precios en los televisores y la popularización de la consola PS3 pueden ayudar, aunque para lograr la popularidad que incluso hoy tiene el DVD, sería preciso que los ordenadores incorporaran grabadoras BD-ROM a precios razonables, y que el precio de los discos vírgenes cayeran desde los entre 16 y 20 euros de la actualidad hasta un precio cercano a los dos o tres euros.