La videocámara Sanyo VPC-CG100 es un modelo bastante ligero (pesa 176 gramos con todo) de tipo empuñadura. Es uno de esos modelos de cámaras “duales”, con dos botones de disparo: uno para tomar fotos y otro para grabar vídeo. Su memoria interna tiene una capacidad de 50 MB, y puede ampliarse mediante tarjetas de memoria SD, SDHC de hasta 32 GB y SDXC de hasta 64 GB.
Las fotografías pueden tener un máximo de 14,3 megapíxeles efectivos en formato JPEG. Esta cámara de Sanyo registra el audio comprimiéndolo en AAC de 48 kHz, 16 bits y estéreo. Y graba el vídeo en MPEG-4 AVC/H.264 con una resolución máxima de 1.920 por 1.080 y a 30 fps (cuadros por segundo). Todo se maneja perfectamente desde la pantalla-monitor, que es en color y apaisada, con una diagonal de 2,7 pulgadas y 230.000 píxeles de resolución.
Sanyo ha puesto en esta cámara un sensor de imagen que es un C-MOS de 1/2,33 pulgadas. El objetivo, formado por once elementos dispuestos en ocho grupos, equivale a un 38-190 mm en fotografía tradicional con un zoom óptico de cinco aumentos; en vídeo es un gran angular de 40-240 mm con zoom avanzado de seis aumentos. Y el diafragma del objetivo es 3,5-3,7. La Sanyo VPC-CG100 tiene un flash integrado con un alcance de entre 50 centímetros y 2,3 metros en gran angular.
Igualmente incorpora un micrófono estéreo y un altavoz mono. A esto hay que añadir un HDMI, una salida de vídeo compuesto, una salida de audio estéreo y un puerto USB 2.0. La duración aproximada de la carga de la batería, que es de iones de litio, alcanza las 190 fotos o los 60 minutos de grabación de vídeo en el modo Full HD 1080i. Sus dimensiones son de 85,7 por 37,4 y por 110,3 milímetros. Dentro de poco será posible encontrar en las tiendas españolas las primeras unidades a la venta de la Sanyo VPC-CG100.
