Memoria USB, lápiz de memoria, pendrive, pincho o memoria portátil. Muchos nombre para designar lo mismo: uno de esos palitos para almacenar datos a través del USB del ordenador y que, en su mayoría, sólo se distinguen por la capacidad que permiten en sus entrañas. Pero ahora el fabricante japonés Buffalo quiere dar un pasito más en este mercado presentando el Buffalo SHD-LVS-BK. Además de tener un aspecto futurista sin dejar de ser sencillo, el Buffalo SHD-LVS-BK se distingue por la velocidad de transferencia que consigue.
Sin ser mucho más rápido que un lápiz de memoria convencional, el Buffalo SHD-LVS-BK consigue tasas de lectura y transferencias significativamente más veloces gracias a la tecnología en que está diseñado. Y es que la memoria que sirve de cerebro al Buffalo SHD-LVS-BK está basada en la misma tecnología que los discos duros sólidos SSD. Esto le confiere mucha más solvencia en cuanto a rapidez en la comunicación entre la máquina y este pequeño cacharrito. Está disponible desde 28 dólares (unos 20,50 euros, al cambio actual).
El Buffalo SHD-LVS-BK es posible adquirirlo en varios tamaños, partiendo de una memoria de 4 GB hasta cotas algo más exageradas de 64 GB. Evidentemente, el precio está en consonancia a la capacidad, y de hecho la versión de mayor almacenaje dispara su coste hasta los 260 dólares (unos 190 euros, al cambio actual), que puede antojarse un precio bastante alto para un pendrive, aunque razonablemente económico para un disco duro SSD.
Si crees que por ser Buffalo el fabricante de este lápiz de memoria te encontrarás con un dispositivo USB 3.0, ve quitándotelo de la cabeza. El sistema de conexión del Buffalo SHD-LVS-BK es un estándar USB 2.0, de ahí el interés de que su tasa de transferencia de archivo esté mucho más cerca de la ratio máxima que alcanza este sistema, los 480 MegaBytes por segundo.
