Los televisores de la última generación de Samsung incorporan un puñado de innovaciones espectaculares, entre ellas la capacidad de trabajar con imágenes en 3D, la retroiluminación mediante diodos led, o una mayor capacidad en la reproducción de los negros. Sin embargo, tienen otros adelantos tecnológicos que con su sola presencia mejoran mucho la experiencia visual, pero cuya actuación algo más modesta se nota mucho menos.
Pocos críticos, al probar las últimas pantallas de la coreana, se han dado cuenta de lo rápidas que son de reacciones. La mayor velocidad se nota en el arranque de las pantallas desde cero, pero sobre todo al cambiar entre unas y otras fuentes HDMI. Dada la cantidad de electrónica implicada en el proceso de las imágenes digitales, el cambio entre fuentes HDMI, y del HDMI a un canal de televisión digital, puede llevar entre 4 y 7 segundos. Las nuevas pantallas de Samsung cambian en apenas un segundo gracias a la nueva tecnología InstaPort S.
InstaPort S es una nueva tecnología de proceso de Silicon Image que permite el cambio casi instantáneo entre todo tipo de fuentes digitales, por ejemplo consolas de videojuegos, discos duros multimedia, set top boxes, sintonizadores tdt, de cable o de satélite, reproductores de Blu-ray, ordenadores de sobremesa, etc. Todo se basa en un nuevo procesador que gestiona la señal procedente de los puertos de video digitales. Si ya es suficientemente importante el cambio rápido de fuente, aun lo es más la transparencia del sistema, que puede trabajar con todas las calidades de señal imaginables hasta 1080p.
No resulta menos sorprendente que estos puertos más rápidos sean también compatibles con imágenes en 3D. De momento son los televisores de la coreana Samsung los primeros en instalar este nuevo chip, pero está preparado para su inclusión en otras familias de productos como proyectores de video, televisores de plasma, y amplificadores de cine doméstico que además tengan entradas de video digital.
