La mayoría de los intraauriculares confían el tema de la eliminación de ruido al bloqueo que establece el dispositivo en el canal auditivo, pero hay modelos que van más allá. Es lo que ocurre con los AH-NC600 de Denon. Dado que no hay demasiados productos como éste en el mercado, llaman de inmediato la atención. La cancelación de ruidos no procede de la circuitería instalada en cada uno de los transductores, sino de una pequeña caja adicional que hay que tener en cuenta, aunque en realidad pesa poquísimo.
La caja está instalada en el cable a mitad de camino entre la clavija estéreo, y los propios auriculares, y tiene un pequeño mando con tres posiciones. Puede estar en la posición de apagado, encendido, y con el sistema de cancelación de ruido y de restauración de frecuencias en marcha. El sistema de restauración de frecuencias sobre el papel permite recuperar esos matices que se pierden al comprimir audio. La caja funciona mediante una pila AAA, que dura hasta 60 horas, aunque depende sobre todo del ruido ambiente.
Estos auriculares suenan bastante bien. Ofrecen graves potentes, y agudos chispeantes. Tienen sonido muy equilibrado y fiel a lo largo de todo el rango de frecuencias. El sonido es igual de bueno con el pequeño módulo de cancelación de ruido conectado o apagado. El aspecto de los auriculares puede resultar un poco clásico, pero hay que reconocer que su sonido compensa sobradamente el diseño algo clásico, y resulta razón suficiente para comprarlos.
Se trata de un modelo cómodo, que no aprieta apenas en el oído, pero que se adhiere a las paredes de forma segura. Son intraauriculares perfectos para usuarios que necesitan viajar con frecuencia, y que se sienten cómodos con unos auriculares con cancelación de ruido que eliminen el molesto zumbido de aviones, autobuses, trenes, etc. Además disfrutarán de un sonido de calidad. Si no, bastaría con ponerse unos tapones en los oídos. Una vez plegados caben en un caja de muy pequeño tamaño, una ventaja con respecto a otros modelos mucho más grandes y sobre todo mucho más caros. Cuestan 160 euros.
