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Con el sistema LifeStyle V35, Bose ha conseguido lo que parecía imposible, que el equipo suene igual de bien independientemente de la sala donde se instale. Para afinar la sala el usuario no debe tomarse ninguna molestia. Basta con dejar que el aparato tome una lectura del sonido reflejado para mediante los cálculos necesarios, establecer la ecualización ideal de manera que el sonido en la habitación sea idéntico al que está almacenado en la memoria del equipo.

No es de extrañar en un aparato en el que Bose ha incorporado buenas cantidades de inteligencia. Así, incorpora una tecnología denominada Unify, que convierte que la instalación del equipo en una tarea apta para personal no especializado. Cada vez que se conecta un aparato a la central multimedia, el equipo lo reconoce y lo llama por su nombre. Incluso revisa si el cable está correctamente conectado. Así no hay manera de equivocarse.

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El Bose Lifestyle V35 es un sistema 5.1, compatible con los estándares de sonido más habituales en el mercado, y que se compone de una central multimedia, bien dotada de conectividad, y un conjunto de altavoces de sonido envolvente como los que el fabricante lleva años creando, pequeñas unidades, fáciles de esconder que se encargan de los canales principales, y un altavoz de mayor tamaño que lleva la carga de los graves con su tecnología Acoustimass.

Aunque parezca mentira, lo cierto es que el concepto de Bose funciona. Puede que para cierto público acostumbrado a graves machacones capaces de rizarte el pelo, los equipos de Bosé carezcan de pegada. Los usuarios que buscan graves realistas, y equipos capaces de trabajar con igual fidelidad en las bandas sonoras de cine y en las fuentes musicales, encontrarán este equipo atractivo. Lo curioso es que el precio no se sale de lo habitual. Cuesta 4500 euros.