Ésta es, probablemente, la cámara de objetivos intercambiables más ligera del mercado. La Lumix DMC-GF2 de Panasonic es un aparato pequeño, elegante y muy bien acabado, con un cierto aire tecnológico, y disponible en negro, rojo y blanco. Su sensor de 12 megapíxeles ofrece alta calidad de imagen tanto en creación fotográfica como a la hora de grabar videos en alta definición.
En buena parte, la reducción de tamaño se ha logrado con una optimización de la circuitería, eliminando elementos redundantes e innecesarios, pero sigue incluyendo un motor de imagen Venus de alto rendimiento. Pese a todo, ofrece prestaciones de cámaras más grandes como es la zapata estándar o el flash integrado con mecanismo emergente que evita el viñeteado de las fotos. El flash está bastante cerca de los objetivos.
Esta cámara es compatible con diversos objetivos intercambiables de Panasonic, pero quizá el más novedoso e importante sea el nuevo objetivo tridimensional. El funcionamiento de la cámara no tiene ningún secreto. Es muy fácil. Todo se maneja desde la pantalla táctil gracias a una interfaz gráfica de usuario específica, muy sencilla e intuitiva. Desde la pantalla táctil se puede enfocar al sujeto simplemente pasando el dedo por encima de él.
Tampoco hace falta apretar el disparador, aunque los más clásicos no tendrán por qué renunciar a esa sensación. Los modernos podrán disparar tocando la pantalla. La reducción de la circuitería electrónica no significa reducción de prestaciones. Tiene hasta 23 áreas de enfoque, detección de rostros, y seguimiento de sujetos. Además tiene un buen número de modos de autoenfoque y de escena. Pero también va a ser posible enfocar de forma manual con la pantalla táctil. Y no hace falta preocuparse por la limpieza al cambiar de objetivo. Tiene un sistema especial que repele el polvo y las partículas.
