El nuevo fichaje de Olympus es una cámara que tiene especificaciones de primera línea. Quizá la que más llama atención es su zoom óptico de 22x. Abarca desde 28 a 616 mm. Así, se convierte en una máquina sumamente flexible, capaz de tomar con la misma facilidad panorámicas y paisajes, mientras que se acerca a los detalles más precisos, por ejemplo para hacer primeros planos extremos. Pero sigue siendo una cámara compacta, cómoda y sencilla de usar.
Es el típico equipo que acompañará al usuario durante años y para que no eche nada de menos, dispone incluso de capacidades 3D. Para ello toma dos fotografías contiguas, ligeramente separadas. Ofrece una excepcional sensación de profundidad.También es capaz de grabar videos en alta definición. Como además es compatible con tarjetas Eye-Fi, puede enviar de forma inalámbrica las fotos a un ordenador de sobremesa, o incluso subirlas directamente una página web.
Las posibilidades creativas no tienen fin. Dispone de ocho filtros mágicos incluyendo uno de acuarela, y otro de destello. Casi todos ellos se pueden aplicar tanto a las fotografías como a los videos. La imagen es excepcional, pero es que complementa un sensor de imagen excelente con un procesador de imagen Olympus TruePic III+. Tiene estabilizador de imagen dual para que las fotos de 14 megapíxeles nunca salgan borrosas.
Los automatismos son otro de los puntos fuertes de esta cámara, que aunque se puede manejar en modo manual, evitar muchos problemas, sobre todo a los fotógrafos novatos, gracias a sus diversos modos como el panorama, el de mascotas, o la detección avanzada de rostros. También dispone de un sistema de enfoque automático por seguimiento del sujeto fotografiado al que se le puede sacar mayor partido a la hora de hacer videos. El encuadre se hace en una pantalla LCD de 3 pulgadas.
