Está de moda eso de aliviar el escritorio con monitores cada vez más delgados, y LG se apunta a la moda. Su propuesta es el modelo Ego. Los monitores E90 son los más ligeros y delgados del mercado, por el momento. Tienen un grosor de 7.2 mm, y tecnología de imagen de última generación.
El diseño es espectacular, como corresponde a un equipo cuyo precio en la calle es de 300 euros. Incorpora líneas rectas, curvas muy suaves, y un aire de distinción que reposa sobre un soporte delgadísimo que le da un aspecto a mitad de camino entre una joya, una escultura, y un objeto de diseñador.
La calidad de imagen es muy alta. Tiene una pantalla de 22 pulgadas con una resolución FullHD de 1920 × 1080 px. Dispone de un tiempo de respuesta de 5 ms, con lo que resulta muy adecuado para trabajar con todo tipo de videojuegos pero también con aplicaciones de video muy exigentes.
El brillo es de 250 candelas, y el contraste dinámico de 10.000.000:1. Como se trata de un monitor LED, tiene un consumo bastante reducido que completa con otras características ecológicas como una escasa utilización de materiales perjudiciales para el medio ambiente como los halógenos o el mercurio.
