Panasonic ha presentado un pequeña cámara compacta con objetivos intercambiables, Lumix DMC G-3. Cuenta con un sensor Live MOS de 16 megapíxeles, que se maneja bien en condiciones de poca luz. Una cámara muy completa que promete la calidad de una réflex en un cuerpo bastante más pequeño, y sin renunciar a utilizar una amplia gama de objetivos.
Es la tercera generación de la cámara de Panasonic, que sigue apostando por el sistema de cámara sin espejo (mirrorless). Una buena alternativa para los que consideren las cámaras réflex demasiado grandes, pero que no parece ganar del todo el favor de los aficionados más avanzados ni de los profesionales.
El punto fuerte de la cámara es su sensor de 16 megapíxeles, y la grabación de vídeo en calidad Full HD. El sensor es de tipo Live MOS, y es capaz de subir hasta sensibilidades de 6.400 ISO, lo que lo hace muy adecuado para trabajar en condiciones de poca luz. Es una gran mejora con respecto a su predecesora, la Lumix DMC G-2, que contaba con un sensor de 12 megapíxeles, que generaba mucho ruído de imagen con poca luz.
También puede grabar vídeo en calidad Full HD (1920 x 1080 píxeles) y cuenta con un sistema de autoenfoque continuo para hacer más fácil la grabación. Este sistema se hace muy necesario puesto que el enfoque es gran problema de las cámaras de fotos que graban vídeo. La grabación también incluye sonido en estéreo.
Dispone de una pantalla táctil de tres pulgadas, que, al igual que en su predecesora, se puede mover para facilitar tomas con encuadres extraños. El cuerpo de aluminio es más pequeño que en la G-2 y está disponible en varios colores (negro, rojo y blanco).
Estará disponible el próximo mes, tanto en Europa como en EE.UU. y se venderá en dos packs con diferentes objetivos. El precio para el conjunto de cámara más objetivo 14 – 42 mm (24 – 48 mm en foto tradicional), será de 700 euros. Con el teleobjetivo 45 – 200 mm (equivalente a 90 – 400 mm) el precio sube hasta los 1.000 euros.
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