Universal Serial Bus, más conocido por sus siglas USB, es un estándar de puerto de conexión que llegó al mercado hace más de 20 años, y desde entonces ha sido el puerto más usado para conectar todo tipo de accesorios en PC y otros dispositivos. Hoy nos centramos en las diferencias más importantes entre USB 3.0 y USB 3.1.
La evolución entre USB 3.0 y USB 3.1
USB lleva muchos años con nosotros, como el lógico, el estándar ha tenido que ir evolucionando para adaptarse a las nuevas exigencias que plantea el mercado. Esto es lo que ha permitido que el puerto USB haya sido tan dominante. Las evoluciones más importantes del USB han sido en velocidad de transferencia de datos, pero no acaba ahí ya que también se ha mejorado su capacidad para transmitir corriente y otros detalles.
El puerto USB tipo C fue introducido con la llegada de la especificación USB 3.0. Este nuevo diseño destaca sobre todo por ser simétrico, lo que significa que no hay una parte de arriba ni una parte de abajo, simplemente es igual. Esto ha puesto fin al gesto más típico al conectar un cable USB, el de mirar la orientación del conector.
Mejorando la alimentación de los dispositivos con USB tipo C
USB tipo C también destaca por la cantidad de energía que puede suministrar, hasta 100W. Esto es suficiente para mantener encendido un portátil, un monitor y muchos otros dispositivos. Puede parecer una tontería, pero permite reducir el número de cables conectados y simplifica los conectores de los portátiles. Esta capacidad para aportar hasta 100W de energía se conoce como USB Power Delivery o USB PD.
USB tipo C también ha permitido la aparición de tecnologías de carga rápida.
En el año 2013 llego el estándar USB 3.1, una nueva versión mejorada de USB 3.0 que aumenta la velocidad de transferencia de archivos. Si el puerto USB 3.0 era capaz de transferir datos a 5 Gbps, el nuevo USB 3.1 lo hace a unos más impresionantes 10 Gbps. Pero la cosa no acaba ahí, este año 2019 se ha presentado la especificación USB 3.2, que vuelve a aumentar la velocidad de transferencia hasta los 40 Gbps, una locura.
Algo a destacar es que la versión de USB determina la velocidad de transferencia de los datos, con independencia del formato del conector. Esto significa que puede haber cables y conectores USB tipo C que sean USB 2.0, de hecho, son muy habituales en smartphones de gama media y baja. Muchos usuarios creen que por ser USB tipo C ya es al menos 3.0, algo con lo que los fabricantes juegan con sus campañas de marketing.
Para complicarlo más aún, las versiones USB 3.X han sido renombradas todas ellas a USB 3.2 GenX, lo que puede causar aún más confusión. La siguiente tabla resume las características más importantes que debes recordar.
Nombre original | Nombre actual | Velocidad |
USB 3.0 | USB 3.2 Gen 1 | 5Gbps SuperSpeed |
USB 3.1 | USB 3.2 Gen 2 | 10Gbps SuperSpeed+ |
USB 3.2 | USB 3.2 Gen2x2 | 2x10Gbps SuperSpeed+ |
Retrocompatibilidad absoluta
Una de las características más destacadas del estándar USB es la compatibilidad absoluta entre todas sus versiones. Esto significa que puedes conectar sin problemas un dispositivo USB 3.1 a otro que sea USB 3.0 o incluso el anterior USB 2.0. Es una característica que no se presenta en todas las interfaces, lo que es un gran punto a favor del Universal Serial Bus.
En caso de hacerlo, ambos dispositivos se sincronizarán para funcionar a la velocidad que permita el más lento de ellos. Si conectas un pendrive USB 3.1 a un puerto USB 3.0, simplemente funcionará como si fuera un pendrive USB 3.0. Esto es algo genial que nos permite aprovechar todos nuestros accesorios y dispositivos con independencia de la versión de USB que estemos usando.