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Una de las peores experiencias de uso que se pueden tener con el PC es que el puntero del ratón se mueva demasiado rápido o demasiado lento. Esto dificulta la precisión en el uso del ratón, pudiendo llegar a ser muy incómodo. Te explicamos como puedes cambiar la velocidad del puntero del ratón con Windows 10.

Muchos ratones actuales disponen de un botón para cambiar la velocidad del puntero, pero es posible que no sea suficiente para dejarlo a tu gusto. También puede ser que uses un ratón que no permite este ajuste. Windows 10 viene al rescate en ambos casos.

Ajusta la velocidad del ratón desde Windows 10

La velocidad del puntero se puede ajustar cambiando la sensibilidad del ratón. Una sensibilidad alta hará que el puntero se mueva más por cada mm que deslices el ratón. Por contra, una sensibilidad baja conseguirá justo lo contrario. Las sensibilidades bajas se suelen usar en situaciones en las que se necesita mucha precisión en el movimiento del ratón.

La forma más sencilla de ajustar la velocidad del puntero es usando la aplicación de Windows 10 para modificar la sensibilidad del ratón. Para usar esta aplicación tienes que entrar en el menú de configuración del sistema operativo, puedes acceder desde el engranaje en el menú inicio.

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Una vez dentro de la aplicación de configuración, entra en las secciones “Dispositivos” y “Mouse” para poder acceder a todas las opciones relacionadas con el ajuste del ratón. Si usas un portátil, también podrás ajustar el touchpad desde aquí.

Ajusta la velocidad del ratón desde Windows 10

Entra en «Opciones de mouse adicionales » y se abrirá una nueva ventana de configuración. Una vez dentro, ve a “Opciones de puntero”.

Ahí verás un control deslizante para ajustar la velocidad del puntero del ratón. El ajuste se hace en tiempo real, de forma que podrás ir probando como se mueve hasta dejarlo a tu gusto.

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Te recomendamos desmarcar la casilla «Mejorar la precisión del puntero», ya que tenerla activada puede provocar justo lo contrario, que tus movimientos sean menos precisos.

Con esto deberías poder mejorar el funcionamiento de tu ratón. Si sigue funcionando mal es posible que se haya dañado, o que su calidad sea demasiado baja. En estos casos deberías considerar la compra de un ratón nuevo.