Por todos es bien sabido que los ordenadores portátiles cuentan con un sistema de refrigeración menos eficiente que los ordenadores de mesa tradicionales. Parte de la culpa de ello se debe al ínfimo espacio que hay entre procesador, disipador y ventilador. Esto ocasiona que el portátil alcance temperaturas cercanas a los 100º C en tareas que demandan rendimiento, como puede ser la ejecución de juegos, editores de video y, en definitiva, programas pesados. Pero, ¿qué podemos hacer cuando el portátil se calienta mucho? ¿Existe algún truco para bajar la temperatura de la CPU? Lo vemos a continuación.
Cuidado con los programas que se ejecutan en segundo plano
Los problemas de sobrecalentamiento de un portátil pueden venir derivados de ciertos programas que se quedan anidados en segundo plano y que hacen uso de los recursos del sistema.
Para comprobar que esto no es así haremos click derecho sobre la barra de tareas de Windows y seleccionaremos la opción Administrador de tareas. Acto seguido pulsaremos sobre la pestaña de Procesos y posteriormente en CPU para ordenar los procesos por consumo de CPU.
La forma de proceder a partir de ahora es tan simple como cerrar los procesos que identifiquemos como innecesarios haciendo click derecho sobre los mismos y pulsando en Finalizar tarea. Si detectamos algún programa extraño o desconocido, lo mejor será proceder con su desinstalación, dado que pueden tratarse de virus o malware en general.
Limpia la rendija de ventilación
Si nuestro portátil cuenta con varios años a sus espaldas, es probable que la rendija de la ventilación se haya obstruido con motas de polvo y otros materiales que impiden la salida del aire.
Aunque lo idóneo es retirar la carcasa trasera para limpiar el ventilador y el disipador del portátil con un pincel, podemos recurrir a un spray de aire comprimido si no queremos desmontar el portátil. En tiendas como Amazon o eBay existen multitud de sprays de calidad,
Y cambia la pasta térmica
Puestos a desmontar el ordenador, una de las posibles causas de que el portátil se caliente puede deberse a la pasta térmica del procesador. Aunque el proceso de desinstalación suele ser común en la mayoría de portátiles, la retirada del disipador puede variar en función del modelo de ordenador portátil.
Una vez hemos retirado el disipador, limpiaremos la base del mismo junto con la del procesador con alcohol isopropílico mojado en un bastoncillo de oídos. Acto seguido, aplicaremos la nueva pasta térmica sobre la base del procesador de forma regular y sin excedernos en la cantidad.
Recurre a una base de refrigeración
Si desmontar ordenadores no es lo nuestro, siempre podemos hacer uso de una base de refrigeración externa para dar un extra de ventilación al portátil. Lo más recomendable para obtener una ventilación eficiente es optar por una base con al menos dos ventiladores, si bien esto puede depender del tamaño del portátil.
Y a unas patas de goma adhesivas
Uno de los trucos más sencillos para mejorar el flujo de aire entre la base del ordenador y la superficie de apoyo se basa en recurrir a patas de goma adhesivas. En este caso lo mejor es decantarse por unas patas con una altura mínima de 2 centímetros, esencial para crear un espacio de aire entre el ordenador y la superficie.
Baja el voltaje del procesador
El undervoltage se trata de un proceso que, como el propio nombre indica, reduce el voltaje del procesador para mejorar la eficiencia energética del mismo. Dicho proceso puede ser llevado a cabo con programas como Intel XTU, el cual puede ser descargado desde la propia página de Intel. Ni que decir tiene que es únicamente compatible con procesadores Intel Core.
Una vez hemos instalado el programa, lo iniciaremos y seleccionaremos la opción CPU Stress Test. Dicha opción estresará el procesador con procesos anidados para comprobar su rendimiento a altos voltajes. Acto seguido, elegiremos un periodo de tiempo de no menos de 30 minutos para la ejecución de las pruebas de rendimiento y pulsaremos en Apply para aplicar los cambios correctamente.
Tras observar las cifras que nos arroja test en lo que a temperatura y voltaje se refiere tras la ejecución del mismo, nos iremos a la opción de Core que podemos encontrar en la pestaña Advanced Tuning. En Core Voltage Offset, opción que se encuentra dentro del mismo apartado de Core, podemos ver el estado actual de los voltajes: cualquier cambio que vayamos aplicando se reflejará en dicha opción en forma de color amarillo.
Junto a esta opción podemos encontrar un menú desplegable con todos los voltajes admitidos por la aplicación. Como lo que haremos será reducir el voltaje del procesador, las cifras que nos interesan son las negativas: lo mejor es comenzar en -0,010 e ir de 0,005 en 0,005.
Con cada cambio que vayamos realizando sobre el voltaje original del procesador tendremos que realizar una prueba de estrés para comprobar el funcionamiento de la CPU en tareas de alto rendimiento. Recordemos que lo recomendable es un mínimo de 30 minutos.
¿Cuál es el voltaje mínimo que podemos suministrar al procesador? Dicha cifra depende íntegramente del modelo del procesador. El principal indicativo para hallar el voltaje mínimo de la CPU es darnos de bruces con la famosa pantalla azul de la muerte a la hora de ejecutar una prueba de rendimiento. Justo en este punto tendremos que seleccionar el voltaje anterior a la aparición del error y ejecutar nuevamente una prueba de esfuerzo para evitar problemas a futuro.
Formatea el ordenador
Cuando nada funciona siempre es mejor hacer borrón y cuenta nueva. Si optamos por no llevar a cabo las soluciones relativas al hardware del equipo, siempre podemos formatear el sistema para limpiar todos los posibles virus y programas basura.
Para ello, podemos recurrir a la opción de Restablecer este PC que podemos encontrar en el Panel de Control de Windows. Lo más recomendable una vez hemos iniciado el proceso es seleccionar la opción de Quitar todo para borrar todos los archivos del ordenador y evitar sí futuros problemas con la temperatura del ordenador.
