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Si fusionaras la etiqueta Apple iPad, probablemente podría quedar el término APad. Así lo ha debido pensar la compañía china que ha creado este clon que se ha inspirado en el tablet de los de Cupertino para proponer un curioso artefacto con alguna que otra característica que nos ha sorprendido gratamente. Por el momento parece que no te puedes lanzar al bazar más cercano para hacerte con él, aunque en las tiendas del gigante asiático lo pueden comprar por menos de 160 euros, al cambio actual (primera ventaja).

En cuanto a aspecto, el APad es muy parecido a su modelo a seguir, aunque un tanto más pequeñito. Si el iPad tiene casi diez pulgadas de pantalla multitáctil, el APad es más recogidito, y propone un panel de siete pulgadas (un poco más grande que un libro electrónico estándar). Eso sí, en este caso la resolución es menor: 800 x 400 en panorámico frente a los 1024 x 768 del iPad.

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Otro de los puntos a debate está en el sistema operativo. El iPad de Apple se vale de una versión hipervitaminada del iPhone OS, mientras que el APad no se complica y apuesta por un sistema operativo abierto: el Android de Google. Gracias a esto, la integración con los servicios del popular sistema operativo están garantizados, incluido Google Maps (parece que este APad también dispone de GPS, así como Wi-Fi, aunque de conexión 3G nada de nada).

En cuanto a configuración de componentes, parece que el iPad se lleva la mano, ya que el procesador A4 a un GHz a priori podría tumbar al Rockchip dual-core del APad. Éste, además, ofrece posibilidades de almacenaje de entre dos y 32 GB ampliables mediante tarjetas de memoria de hasta 16 GB. Incluye una RAM de 128 MegaBytes.

No obstante, en cuanto a compatibilidades, el APad ofrece más posibilidades. De todos es sabido que los cacharritos portátiles de Apple no son muy amigos de las amplias horquillas de formatos, cosa que en el APad resulta difícil de asignar. De hecho, entre los archivos que reconoce encontramos el contenedor de vídeo en alta definición MKV, y aunque el APad no tiene la resolución suficiente como para ver este tipo de formatos en todo su esplendor, sirve como vara de medir de la multitud de soportes que contempla en su cuadro de compatibilidad.