Muchos usuarios de iPhone emplean un código de cuatro dígitos para proteger su smartphone. Al común de los mortales nos da pereza tener que recordar tantos códigos y contraseñas, y al final pasa lo que pasa. La mayoría recurre al socorrido “1234” o al comodín del “0000”. El problema es que eso facilita enormemente la acción de los ladrones de datos e incluso de los simples curiosos.

Un desarrollador de software para Apple llamado Daniel Amitay ha realizado un análisis, tras haber recopilado más de 200.000 códigos de una aplicación para el iPhone. Las conclusiones apuntan que el 15 por ciento de los usuarios de iPhone utilizan los mismos diez códigos, y confirman que la gran popularidad de las combinaciones “1234” y “0000”. Los siguientes puestos de la lista están ocupados por “2580” (el resultado de teclear los números del centro del teclado de arriba hacia abajo), “1111” y “5555”.

Daniel Amitay ha recogido, de forma anónima, los códigos de seguridad que introducían los usuarios en su aplicación “Big Brother Camera Security”, que estaba disponible en la App Store. Amitay sostiene que utilizar el mismo código del iPhone para las aplicaciones es una práctica habitual entre gran parte de los usuarios. Aparte, este desarrollador advierte de los peligros de emplear contraseñas trilladas. Un ladrón, o un mero bromista, puede introducir hasta diez códigos en el iPhone sin iniciar el borrado de datos (suponiendo que lo tengas activado). Con unas probabilidades de acierto del 15 por ciento, uno de cada siete teléfonos iPhone sería muy fácil de reventar, sin necesidad de que el intruso conozca tu fecha de nacimiento ni otra información sobre ti.

Para evitar disgustos y aumentar la seguridad conviene desactivar la opción de “Código simple” del iPhone, entrando en el menú de “Configuración” y luego seleccionando “General”. Una vez desactivado el código simple de sólo cuatro dígitos, puedes elegir una contraseña compleja que puede contener letras (mayúsculas y minúsculas), números e incluso caracteres especiales.

Para saber más sobre el análisis que ha realizado Daniel Amitay éste es el enlace a su blog.