Sharp es el que la tiene más grande, y por eso se jacta enseñándosela a todo el mundo. Nos referimos, como habrás podido imaginar, a su monstruosa pantalla de 108 pulgadas que ya presentase en el CES 2008. Tras unos meses en el mercado japonés, este LB-1085 se pone a la venta en España, aunque todavía no se ha anunciado la fecha concreta. Ni su precio definitivo, que con toda probabilidad será no apto para cardíacos.

Técnicamente, lo más destacable de la pantalla son sus exageradas dimensiones: 2,5 metros de largo por 1,5 de ancho y un peso de casi 200 kilogramos. Dadas las características especiales del aparato, Sharp pondrá a disposición del cliente un servicio de logística que se ocupará de su instalación y mantenimiento. Es lo mínimo que cabía esperar.

La compañía afirma que el LB-1085 está orientado al uso comercial. No le faltan motivos. Su ficha técnica es más bien discreta, con resolución de 1080p y relación de contraste estático de 12.000:1 (nada del otro jueves). Su coste, prohibitivo para el usuario particular medio. En cambio, de cara al público funciona como un excelente escaparate de ostentación para captar la atención de los consumidores. En este caso, el tamaño parece ser lo más importante.

Pero el LB-1085 no sólo impresiona por su envergadura. Su precio también amenaza con pulverizar todos los récords. Todavía se desconoce cuál será el coste definitivo en nuestro país. Pero si en Japón se vende a 11 millones de yenes (71.300 euros al cambio actual), que nadie espere una rebaja con su llegada al mercado europeo. Crucemos los dedos para que esto no se convierta en una absurda carrera por parte de los fabricantes para añadir indiscriminadamente más pulgadas a los televisores.