Hubo un tiempo en que un bolígrafo con una cámara oculta era un objeto más propio de espías de película, a lo James Bond. Pero ahora en Asia los fabrican a montones. Encima muy baratos, como este Mini DVR Pen. Un invento prácticamente idéntico a aquel Camcorder Pen, sólo que cambiando el color y el nombre. Divertirse con los accesorios típicos de un agente secreto ya está al alcance de cualquiera.

Aunque el sensacional esquema orientativo de este “superbolígrafo” (que así nos lo vende su fabricante) parece bastante elemental, preferimos explicar cómo funciona para no dejar cabos sueltos. Basta con pulsar el botón de la parte superior para que activemos la cámara, situada junto al clip de sujeción. Justo ahí se encuentra también el micrófono integrado. Tan fácil como… el mecanismo de un boli.

Desde luego que nadie espere una calidad de imagen equiparable a las pelis de Hollywood. Este Mini DVR Pen puede grabar vídeos a una resolución de, como mucho, 352 x 288 píxeles en formato AVI. Para que nos entendamos, un tamaño muy pequeño y con poca nitidez. Y eso si escojemos el modelo de ocho gigabytes de capacidad, equipado con una cámara más potente. Los de dos o cuatro gigabytes, en cambio, deben conformarse con una resolución inferior.

Una vez obtienes la grabación que necesitas, puedes desenroscarlo y transferir los vídeos al ordenador, utilizando su conector USB. El mismo que te servirá para recargar su batería, cuya autonomía está en torno a dos o tres horas. O a través del cual puedes guardar tus archivos, como si fuese un lápiz de memoria.

Además, como sólo pesa 30 gramos y mide 150 x 50 x 50 milímetros, nadie se dará cuenta de que lleva una cámara de vídeo. Su precio es de 18 dólares (14 euros) para el modelo de dos gigas, 21 dólares (16 euros) para el de cuatro gigas y 28 dólares (22 euros) para el de ocho gigas. Por supuesto, pueden escribir como bolígrafos normales, para garantizarte una coartada en caso de ser interrogado por el enemigo.